PEKIN. Li Hao, de 36 años, había sido condenado por asesinato, violación, detención ilegal, prostitución organizada y fabricar material pornográfico para su beneficio, por lo que fue condenado a muerte, privado de sus derechos políticos de por vida y multado con 10.000 yuanes (unos 1.220,5 euros) por un tribunal en noviembre de 2012.

Un tribunal superior de la provincia de Henan ratificó la sentencia, tras el veredicto de Li, y la condena a muerte fue aprobada por el Tribunal Supremo del Pueblo.

De acuerdo con Xinhua, fue el propio Li el que excavó en agosto de 2009 la mazmorra donde mantuvo retenidas a las mujeres, que pasaron secuestradas entre dos y 21 meses. Durante ese tiempo, violó de forma repetida a todas ellas, las obligó a aparecer de forma obscena en espectáculos 'online' y les obligó a mantener sexo con clientes entre agosto y septiembre de 2011.

Finalmente, una de las mujeres consiguió huir y alertar a la Policía. Durante el proceso, tres de las mujeres retenidas fueron declaradas culpables de asesinato, tras haber matado por orden de Li a dos de las mujeres, si bien recibieron penas menores --una de ellas, la autora material, fue condenada a tres años y las otras dos fueron puestas en libertad condicional--.

Según la Policía, Li obró de este modo para ganar dinero al obligar a las mujeres a prostituirse. Todas ellas trabajaban en karaokes, peluquerías o establecimientos de masajes antes de ser retenidas por el hombre, que estaba casado y tenía un hijo de 8 meses cuando fue detenido en septiembre de 2011.