WASHINGTON. Con temperaturas inferiores a los 20 grados, el caudal del río ha quedado parcialmente helado. Algunas partes de las cataratas del Niágara se han convertido en auténticos puentes de hielo, incluida la cornisa del precipicio de 53 metros de altura.
Las imágenes del inusual acontecimiento son impresionantes, aunque es posible que ya las capas de hielo comiencen a ceder por el aumento de las temperaturas.
Se espera que el aire helado y vórtice polar, que ha afectado a cerca de 240 millones de personas en los Estados Unidos y el sur de Canadá, se aleje durante esta semana. En décadas, el norte y noreste de Estados Unidos no había experimentado temperaturas tan bajas, llegando a los 30 grados bajo cero.
El frío polar que congeló esta semana un tercio de Estados Unidos ha empezado a retirarse este miércoles lentamente y deja atrás al menos una veintena de muertos y pérdidas que se calculan ya en más de 5.000 millones de dólares (3.675 millones de euros).