Bangkok. Un día antes de la protesta convocada por los manifestantes para forzar la dimisión del Gobierno interino de Tailandia y la suspensión de los comicios previstos para el próximo 2 de febrero, el opositor Partido Demócrata anunció ayer su boicot a la cita electoral. El líder opositor, el ex primer ministro Abhisit Vejjajiva, dijo que su formación no registrara a ningún candidato para concurrir a las elecciones debido a su pérdida de confianza en el actual sistema político, sobre el que pidió que se aborde su reforma antes de ir a las urnas.
Abhisit acusó al Gobierno de la primera ministra en funciones, Yingluck Shinawatra, de empañar el sistema parlamentario y de provocar una crisis política que estalló a finales de noviembre después de que el Ejecutivo intentara aprobar una ley de amnistía. Esta preveía el perdón a decenas de condenados por crímenes políticos desde el 1 de enero de 2004. Esto incluye la represión llevada a cabo en 2010 por los camisas rojas, partidarios de Thaksin Shinawatra, hermano mayor de la actual primera ministra, que acabó con 92 muertos y 1.800 heridos en Bangkok.
Los detractores de esta medida argumentan que pretende "blanquear" los abusos cometidos por el poder y que allana el regreso al país de Thaksin, exiliado en Dubai tras ser condenado a dos años de cárcel por corrupción en 2008. Desde entonces, miles de personas se han manifestado casi a diario para exigir reformas políticas y la dimisión de Yingluck, en unas protestas en las que ha habido enfrentamientos con la Policía, y cinco muertos en choques entre partidarios y detractores del Gobierno. "Debemos poner fin a actuar en el presente ambiente político (...) No creemos que las elecciones del 2 de febrero lleven hacia una verdadera reforma ni restablezcan la confianza de la población en el sistema", dijo Abhisit en una rueda de prensa televisada. "No nos estamos oponiendo a las elecciones, estamos para conducirnos de acuerdo con la Constitución. Pero el país primero debe abordar reformas", añadió.
Escaso apoyo Abhisit negó que el boicot se deba a las escasas posibilidades de imponerse en las urnas de su partido, el preferido de la élite y las clases acomodadas de la capital, que no ha ganado unas elecciones legislativas en dos décadas. Los Demócratas, que el martes aplazaron la decisión debido a diferencias internas, presionaron el viernes a través de sus dirigentes al gubernamental Puea Thai y otros grupos minoritarios para que aceptaran posponer la votación hasta que se calme la tensión política. Antes del anuncio del boicot electoral, la primera ministra en funciones reiteró su intención de mantener la fecha de la votación, que convocó la semana pasada tras una multitudinaria manifestación en Bangkok.
En una intervención televisada, la jefa de Gobierno en funciones defendió la necesidad de acudir a las urnas por ser el Parlamento el mecanismo genuino para hacer las reformas. Pero Yingluck también invitó a todos los partidos a suscribir un acuerdo para crear un consejo que lleve a cabo estas reformas una vez se forme el nuevo gobierno que salga de las elecciones.
El boicot del Partido Demócrata fue jaleado por centenares de seguidores del movimiento antigubernamental, que ha convocado hoy una manifestación multitudinaria que tendrá lugar un día antes de que comience el registro de candidatos y partidos para las elecciones. El colectivo, liderado por el exdirigente del Partido Demócrata, Suthep Thaugsuban, exige la formación de un "consejo popular" no electo que reforme el sistema político antes de que haya elecciones para acabar con la corrupción y erradicar lo que califican como "régimen de Thaksin". Thaksin Shinawatra gobernó Tailandia entre 2001 y 2006, cuando fue depuesto por un golpe militar incruento, y desde 2008 vive exiliado en Dubai, donde elude una condena por corrupción y, según sus detractores, dirige el Gobierno en favor de sus intereses.