tegucigalpa. Las elecciones generales que ayer se celebraron en Honduras transcurrieron con normalidad, y con una alta participación, según autoridades del ente electoral, observadores y políticos, pese a que cinco personas fueron tiroteadas a primera hora en una área vinculada al narcotráfico. La jornada electoral comenzó a las 07.00 hora local (14.00 hora de Euskadi), con algunos retrasos en la apertura de las mesas de votación, como suele ser habitual en este tipo de procesos.
El presidente hondureño, Porfirio Lobo, dijo ayer tras votar que el proceso electoral se desarrolla de "forma normal". Lobo ejerció el sufragio en Juticalpa, departamento oriental de Olancho, de donde regresó horas después a Tegucigalpa para seguir de cerca el escrutinio que designe a su sucesor.
El titular del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Honduras, David Matamoros, solo destacó como incidentes significativos el retraso de la apertura de unas once de las 16.094 mesas electorales en funcionamiento y en la llegada de algunos miembros a sus mesas. Matamoros indicó a periodistas que se ordenó a los miembros de la Fuerza Armada y la Policía Nacional "abrir los portones" de los centros de votación que no se habían abierto.
A cuatro horas de la jornada, la mayoría de las mesas habían "abierto con normalidad", y los hondureños están "votando con absoluta normalidad", subrayó Matamoros. Unos 5,3 millones de hondureños estaban llamados ayer a las urnas para elegir a un presidente, tres designados presidenciales (vicepresidente), 298 corporaciones municipales, 128 escaños del Congreso Nacional y otros 20 al Parlamento Centroamericano con sus respectivos suplentes.
El ombudsman hondureño, Ramón Custodio, señaló que el proceso se desarrolló de "forma respetuosa y con calma".
El observador internacional Sergio Araya, de Costa Rica, dijo que el proceso fue "todo en orden, cristalino, la gente cumpliendo con su deber ciudadano. Esta todo tranquilo y normal". Araya asistió ayer como observador en la escuela Los Robles del barrio del mismo nombre, en el extremo sur de la capital hondureña, donde en efecto mucha gente entre jóvenes, adultos, muchos acompañados de niños, ejercieron el sufragio de manera ordenada. En Tegucigalpa circularon muchos vehículos con banderas del partido a que pertenecen y no faltaron otros "más democráticos" portando las banderas de los nueve partidos que participan en la contienda. El candidato por el Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, dijo tras votar que los comicios fueron "una fiesta".