ginebra. El mediador internacional para Siria, Lajdar Brahimi, confirmó ayer que la conferencia de paz no tendrá lugar a partir del 23 de noviembre, como se había previsto, y dijo que aún no se puede anunciar una fecha. "No estamos en posición de anunciar una fecha para la conferencia, pero seguimos confiando en celebrarla antes de fin de año", declaró Brahimi en una posterior rueda de prensa.
El mediador se reunió en la ciudad suiza con los "números dos" de las diplomacias de Estados Unidos y Rusia con el objetivo de fijar una fecha y avanzar en los preparativos de la conferencia Ginebra 2, pero concluyeron que todavía no existen las condiciones para convocarla.
Las tres partes acordaron volver a encontrarse, en una cuarta conferencia preparatoria para Ginebra 2, el 25 de noviembre en esta ciudad.
Brahimi indicó que se espera que para esa fecha los distintos grupos de la oposición, que deben reunirse los próximos días 9 y 22 de este mes, hayan avanzado suficientemente en "la formación de una representación creíble para esta conferencia". "Esto sería un gran paso adelante", comentó Brahimi al término de la reunión con la secretaria de Estado adjunta de EEUU, Wendy Sherman, y los viceministros rusos de Exteriores, Mijaíl Bogdanov y Guennadi Gatílov. "Pedimos a la oposición venir con una representación creíble. Los diferentes componentes de la oposición están en contacto unos con otros y lo están discutiendo", dijo.
La oposición al régimen de Bachar Al Asad está muy fragmentada entre la puramente política y la que ha tomado las armas, la que está en el exterior y en el interior del país, así como entre los grupos de tendencia más laica y los extremistas, según los observadores.
El gran obstáculo para Ginebra-2 gira en torno a la declaración realizada por varios de esos grupos, incluido la representativa Coalición Nacional Siria, que ha señalado que la renuncia de Al Asad es la condición principal para garantizar su participación. En cambio, otro sector de la oposición, principalmente el Consejo de Coordinación Nacional, ha indicado su intención de asistir a Ginebra-2 por considerar que la solución política es la única viable para la crisis siria.
Otro tema que quedó abierto de la reunión tripartita de ayer fue el de la participación de Irán, soporte del régimen sirio, que es rechazada por EEUU y sus aliados árabes.
La segunda conferencia de Ginebra fue propuesta por Estados Unidos y Rusia en mayo pasado para dar una salida política al conflicto y aplicar la iniciativa acordada en la ciudad suiza en junio de 2012, que estipula la formación de un Gobierno de transición integrado por figuras del régimen y de la oposición.
más dinero Por su parte, la misión internacional encargada de desmantelar las armas químicas en Siria dispone de fondos suficientes para seguir su trabajo hasta final de año, pero después necesitará más dinero. La jefa de la misión conjunta de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y de la ONU, la holandesa Sigrid Kaag, señaló ayer, tras comparecer ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que en la actualidad cuentan con 12 millones de dólares (casi 9 millones de euros).
De ese dinero, 10 millones de dólares proceden del fondo de la OPAQ y otros 2 millones de la ONU, pero Kaag advirtió de que, en el futuro, necesitarán más dinero "sujeto a la aprobación del comité ejecutivo de la OPAQ".
La responsable compareció a puerta cerrada ante los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para hacer balance del primer mes de trabajo de la misión desde su formación.
Kaag celebró los "progresos" que se han obtenido en los últimos treinta días, en los que han podido visitar la mayoría de los lugares pactados, y destacó la "cooperación constructiva" que han recibido de las autoridades sirias.
Los fondos de la misión de la ONU para la destrucción de las armas químicas finalizan a finales de año