Bruselas. A ocho meses de las próximas elecciones europeas, que tendrán lugar entre el 22 y el 25 de mayo, el Parlamento Europeo lanzó ayer la que se prevé como una de las campañas informativas más complicadas e intensas de su historia y a la que destinarán un presupuesto de 16 millones de euros, un tercio del cual estará dedicado a las redes sociales. Y es que, con la confianza y el europeismo en caída libre -solo el 47% de los españoles, el 41% de los italianos o el 36% de los portugueses consideran positivo pertenecer a la UE- y tras años de ajustes y recortes, el temor hacia el absentismo y hacia el auge de los partidos extremistas y euroescépticos es evidente.
"El Parlamento Europeo tiene un papel muy importante que desempeñar. Además de legislador, es el guardián de los derechos de los ciudadanos. Es muy importante que tengamos un control democrático adecuado y vigilancia para que haya una situación más justa sobre el terreno y que las decisiones se tomen más cerca de los ciudadanos" admitió ayer la vicepresidenta Anni Podimata, encargada de presentar la campaña junto al austríaco Othmar Karas. Ambos políticos, socialista y conservador, dedicaron media hora larga a defender las bondades de la cámara a la que representan y a recalcar la importancia de que los ciudadanos se acerquen a las urnas.
"En el actual contexto de crisis económica existe la percepción de que la toma de decisiones políticas desde Bruselas carece de legitimidad democrática", admitió Podimata. Pero, "los votantes de la UE tienen la posibilidad de determinar las mayorías políticas del próximo Parlamento que deberá marcar el rumbo de la legislación, desafiar las políticas equivocadas y liderar el debate durante los próximos años", insistió. Más munición echó el conservador que incidió en que gracias a la UE hay más dinero para luchar contra el paro juvenil. A juicio de ambos la gran diferencia en los próximos comicios es que por primera vez los ciudadanos podrán influir en la elección del próximo candidato a presidente de la Comisión Europea, lo más parecido a un gobierno que tienen las instituciones europeas.
La campaña, que arrancó ayer y se prolongará hasta la elección de la nueva Comisión, tendrá lugar en 28 países y en 24 lenguas y constará de cuatro fases en las que explicarán a los europeos las competencias de la Eurocámara y el impacto que tienen sus decisiones, así como cuestiones como la economía, el empleo, la calidad de vida, el presupuesto o la UE en el mundo. Todo para que los europeos actúen, reaccionen y decidan.