La Fiscalía pide "severidad" en la condena al exlíder chino Bo Xilai
El exsecretario del PCCh está acusado de aceptar sobornos y abuso de poder
Jinan (China). El juicio por corrupción y abuso de poder contra el exdirigente chino Bo Xilai concluyó ayer con un llamamiento de los fiscales a imponerle una pena "severa", tras cinco días de una vista que hasta el último momento tuvo tintes propios de melodrama. El veredicto, aun sin fecha, llegará este misma semana.
En sus alegatos finales, los fiscales consideran probada la responsabilidad del ex secretario general del Partido Comunista en Chongqing (centro) y reclamaron que Bo sea "castigado seriamente", pues sus delitos son "extremadamente graves" y él no ha admitido su culpa.
Bo está acusado de aceptar sobornos de dos empresarios por valor de unos 3,5 millones de dólares (unos 2,6 millones de euros), así como de haberse apropiado de cinco millones de yuanes (unos 600.000 euros) de fondos públicos.
Los cargos más graves son los relativos al abuso de poder, que le atribuyen haber intentado encubrir la autoría de Gu Kailai en el asesinato en noviembre de 2011 de un empresario británico. Unos delitos que siempre ha negado Bo.