londres. El Partido Conservador británico publicó ayer un borrador de legislación para sentar las bases del referéndum sobre la Unión Europea (UE) que quiere convocar en 2017 el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, con el fin de aplacar el descontento de los tories más euroescépticos. En ese plebiscito sobre la Unión, un espinoso asunto que genera fricciones dentro del Ejecutivo de coalición de conservadores y liberaldemócratas, se preguntará al ciudadano británico, siempre y cuando los conservadores ganen las elecciones generales de 2015: "¿Cree que el Reino Unido debería continuar siendo miembro de la UE?".
La consulta que planea llevar a cabo Cameron "antes del 31 de diciembre de 2017", como detallaba ayer el texto, deberá ser respondida por el ciudadano británico simplemente con un "sí" o un "no".
Cameron cede doblemente a las crecientes presiones de los diputados más euroescépticos, al acceder también a que el Partido Conservador presente una "proposición de ley" (Private Members Bill), una fórmula legislativa que permite a un diputado defender una ley. El jefe del Ejecutivo opta por ese documento, pues, al no contar con la aprobación del Partido Liberal Demócrata, su socio en el Gobierno, no puede recurrir al proyecto de ley.
Según fuentes de la Cámara de los Comunes, ese texto alternativo cuenta con pocas probabilidades reales de prosperar, debido al poco tiempo que generalmente se asigna para su debate dentro del curso parlamentario y por el rechazo de la oposición.
trámite Con este borrador, cuya presentación fue decidida ayer a última hora, Cameron quiere satisfacer a diputados y ministros tories que mostraron su descontento al ver que el programa que el Ejecutivo publicó el pasado día 8 sobre sus planes para el próximo curso parlamentario excluía la legislación sobre el referéndum de la Unión Europea. Cerca de un centenar de diputados conservadores se han sumado a una moción, que será votada hoy en la Cámara de los Comunes, destinada a enmendar esa ausencia de legislación sobre el plebiscito en el programa del Ejecutivo.
Aunque las probabilidades de éxito son escasas por la oposición de liberaldemócratas, tories proeuropeos y laboristas, un voto en contra significativo sería motivo de bochorno para Cameron.
Según dijo ayer el ministro británico de Exteriores, William Hague, con este borrador el liderazgo del Partido Conservador demuestra su "compromiso a convocar un referéndum", en caso de ganar las próximas elecciones generales en 2015.
El jefe del Foreign Office admitió también que comprende la "frustración" de los diputados de su partido por el hecho de que no sean autosuficientes para introducir ya la legislación del referéndum en el Parlamento. "Si fuéramos un Gobierno mayoritario, sería más fácil hacerlo, pasaríamos la legislación en este curso parlamentario", explicó el ministro.
compromiso El pasado enero, el jefe del Ejecutivo prometió que buscaría una reforma del bloque europeo y, después, convocaría un plebiscito para que los británicos decidieran en las urnas si quieren continuar siendo parte de una UE reformada o abandonarla definitivamente. Sin embargo, hasta la fecha ese compromiso no ha bastado para satisfacer al sector más opuesto a Europa de su partido, que no ha dejado de ejercer presión para que esa promesa quede plasmada en ley.
Ayer, el diputado tory euroescéptico John Redwood consideró que la decisión de Cameron de publicar ese texto alternativo no es suficiente y señaló que no quiere esperar tanto tiempo -hasta 2017- para la convocatoria del plebiscito.
Las desavenencias en el seno del Partido Conservador se acentuaron el pasado domingo, cuando los titulares de Defensa y Educación, Philip Hammond y Michael Gove, manifestaron públicamente que votarían por una salida de la UE. Las presiones de los euroescépticos han respondido al avance de los antieuropeos y antiinmigración del Partido Independencia del Reino Unido (UKIP).