Nueva Delhi. Entre los escombros del edificio Rana Plaza de Dacca de Bangladesh además de las víctimas de este siniestro las cámaras de televisión captaron la imagen del logotipo de la empresa de ropa canadiense Joe Fresh. Pero esta no era la única marca que desarrollaba en ese edificio ruinoso parte de su producción. Compañías como la irlandesa Primark o incluso la española El Corte Inglés han reconocido que tenían relaciones comerciales con las fábricas alojadas en el edificio.

La mala situación laboral de los trabajadores de países en vías de desarrollo no es algo nuevo. Sin embargo parecen necesarias tragedias como esta para despertar la preocupación social y que los organismos internacionales se pongan a trabajar para mejorar este ámbito. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), que funciona como un brazo técnico de Naciones Unidas, ya se ha puesto a ello y ha anunciado que enviará una misión de alto nivel a Bangladesh para apoyar las medidas que tomen las partes involucradas en el derrumbe del edificio. Pero ésta no ha sido la única institución que se ha puesto a trabajar para mejorar esta materia. La Unión Europa, principal socio comercial de Bangladesh, también ha mostrado su preocupación por las situaciones laborales en las que se ha conocido en las que trabajaban en esa fábrica.