ROMA. Napolitano, de 87 años, que juró ayer su reelección como jefe de Estado, en un discurso en el que criticó duramente la actitud de los partidos políticos, justificó su decisión de aceptar un nuevo mandato de siete años ante la necesidad de ofrecer una señal de "cohesión nacional".
Según una nota de la Presidencia de la República, las consultas de hoy serán rápidas ya que servirán para "actualizar las posturas ya conocidas en las anteriores rondas" y comenzarán, como es habitual, con los presidentes de la Cámara, Laura Boldrini y del Senado, Piero Grasso.
El jefe de Estado, que en numerosas ocasiones había descartado su reelección, puso como condición a las fuerzas políticas que se muestren favorables a colaborar en la formación de un Gobierno.
Tras las elecciones del 24 y 25 de febrero, Napolitano había intentado de todas las maneras poner de acuerdo a los partidos políticos para desbloquear la situación, pero había recibido condiciones, vetos y oposiciones.
Por ello, en el discurso de ayer les lanzó una advertencia: "Tengo el deber de ser franco. Si me encuentro de nuevo ante la sordera contra la que me he estrellado en el pasado no dudaré en mostrar las consecuencias al país".
En su discurso, ya mostró que la único camino posibles es el "de un Gobierno compartido", ya que "según los resultados electorales no hay partido o coalición que tenga los votos necesarios para gobernar".
El Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi siempre se ha mostrado dispuesto a colaborar en un Ejecutivo de unidad nacional, mientras que el Partido Demócrata (PD), que se oponía a coaliciones tras sus rupturas internas y la dimisión de toda su Ejecutiva, incluido el secretario general, Pier Luigi Bersani, ahora no opondrá resistencia.
El PD tiene previsto hoy una reunión para aunar posiciones e indicar una persona como presidente o vicepresidente del próximo Gobierno.
Sin embargo, según los medios de comunicación, Napolitano se inclinará por elegir a una figura de su confianza para ser presidente de este Ejecutivo de unidad nacional y el principal candidato es el veterano y exprimer ministro Giuliano Amato.
Después se podrán nombrar dos vicepresidentes, uno del Partido Demócrata (PD) y otro del Pueblo de la Libertad (PDL), mientras que los ministros está aún por decidir si serán de carácter tecnócrata o político.
Tras las consultas, Napolitano hará pública su decisión, aunque se desconoce si se sabrá ya mañana o se tomará algunos días para meditar.