MADRID. El coordinador del área de Astronomía del Planetario de Buenos Aires, Mariano Rivas, ha explicado a diferentes medios argentinos que la 'bola de fuego' que se vio desde la Tierra es "característica de este fenómeno", al igual que el silbido y el temblor que sintieron los argentinos.
Del mismo modo, el director del Observatorio Astronómico de Santa Fe, Jorge Coghlan, ha explicado a la agencia Ria Novosti, que el meteoro se dirigió a la atmósfera a una velocidad de 130.000 kilómetros por hora y que cuando se encontraba a una altura de 65 kilómetros "se desintegró totalmente".
Sin embargo, Coghlan ha mostrado sus dudas sobre el origen de esta roca. A falta de estudiar el fenómeno de manera más precisa, el astrónomo ha señalado que, probablemente el cuerpo tendría unos 20 centímetros de diámetro, ya que el resplandor iluminó "de horizonte a horizonte".