MADRID. La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha lanzado este jueves una campaña llamada 'No dejéis las noticias fuera de la carrera' de cara a la celebración este fin de semana del Gran Premio de Fórmula 1 en Bahréin.

El cartel de la campaña muestra una imagen de las protestas en el país reflejadas en el casco de un conductor que está preparado para iniciar la carrera.

El objetivo de la misma es llamar la atención sobre "la política gubernamental de orquestas desinformación sobre las protestas populares y la represión de las mismas, así como sobre la manera en la que la información ha sido una víctima colateral de esta represión".

"Las autoridades de Bahréin han utilizado un doble discurso desde hace más de dos años con los gobiernos occidentales, que han apoyado las aspiraciones democráticas en otros países pero se han negado a condenar la supresión de la democracia en Bahréin y han aceptado las promesas insinceras y las reformas superficiales", ha valorado la organización.

"De cara a la celebración de este evento deportivo, RSF quiere llamar la atención de la comunidad internacional sobre los continuos abusos en Bahréin. Desde el inicio del levantamiento en 2011, el Gobierno ha intentado claramente imponer las máximas restricciones posibles a la cobertura de las manifestaciones y la represión", ha agregado.

"Asimismo, ha movilizado un impresionante aparato de relaciones públicas para defender su imagen, prometiendo cambios y jugando con los magros progresos que se han hecho al tiempo que lanzaba una campaña de desinformación a través de constantes comunicados de prensa", ha manifestado.

RSF ha destacado que "las autoridades han tomado varias medidas para restringir el acceso de los periodistas al país durante el Gran Premio", algo que ya hizo en 2012. Los periodistas solo pueden entrar con un visado especial que es válido entre el 7 y el 21 de abril y que les prohíbe "violar la seguridad y el bienestar del país".

"Esto permitirá al Gobierno arrestar a los periodistas que intenten dar cobertura a la situación de Derechos Humanos, ya que podría alegar que viola la seguridad y el bienestar del país", ha denunciado el grupo. "Así, los periodistas estarán limitados a informar sobre la Fórmula 1 y no podrán reportar sobre las manifestaciones", ha añadido.

En otro orden de cosas, ha recordado que el Gobierno aprobó la semana pasada una enmienda al artículo 214 del Código Penal, incrementando las multas por difamar al rey e insultar a los símbolos nacionales hasta los cinco años de cárcel y una multa de 10.000 dinares bahreiníes (alrededor de 20.000 euros).

"Si el Parlamento --controlado por la familia real-- aprueba la enmienda, supondrá una gran amenaza para la libertad de expresión e información, especialmente debido a la redacción laxa del artículo y a que permite a los jueces interpretar de forma arbitraria", ha explicado.

GARANTIAS DE SEGURIDAD

Este mismo jueves, el presidente del Circuito Internacional de Bahréin, Zayed R. al Zayani, ha afirmado que el Gran Premio de Fórmula 1 se celebrará de forma segura y ha acusado de "terrorista" a todo el que haga uso de la violencia.

Durante la jornada, el principal partido de la oposición de Bahréin ha hecho un llamamiento a sus seguidores para que intensifiquen las manifestaciones pacíficas a favor de la democracia en el país de cara al Gran Premio de Fórmula 1, alegando que el gran despliegue mediático del evento puede potenciar sus reivindicaciones.

"Nuestro trabajo es garantizar que el evento se celebra sin problemas. Hacemos nuestra parte, y todo lo que pase fuera del circuito es responsabilidad de otros", ha apuntado. "Personalmente, creo que es seguro celebrar la carrera, no hay problema. Hay un cinco por ciento (de la población) a la que no le gusta, pero a la mayoría sí, y nos preocupamos por la mayoría", ha agregado.

Asimismo, ha mostrado su rechazo al uso de la violencia por parte de los manifestantes y ha argumentado que "no importa la causa que cada uno tenga, ya que no tendrá el derecho de interrumpir el proceso normal de la vida". "Eso no es democracia, eso es terrorismo", ha remachado.

El lunes, el patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, rechazó cancelar el Gran Premio a pesar de la represión por parte de las fuerzas de seguridad de las manifestaciones pro democráticas en el país, si bien se ofreció a hablar con los manifestantes.

En este sentido, el líder de Wefaq, Alí Salman, ha indicado en declaraciones concedidas a la agencia británica de noticias Reuters que estaría dispuesto a reunirse con Ecclestone para trasladarle las reformas políticas que su partido reivindica en el país. "Estamos abiertos a reunirnos con todo el mundo", ha subrayado.

En el año 2011, la carrera fue cancelada después de que un levantamiento a favor de la democracia fuese aplastado y dejase al menos 35 víctimas mortales, mientras que el pasado año sí tuvo lugar pero estuvo rodeado de fuertes medidas de seguridad e intervenciones policiales en la zona. En 2012, cuatro miembros del equipo Force India se vieron afectados por el impacto de un cóctel molotov contra el circuito.

Apoyándose en estos sucesos, este lunes, cuatro ONG enviaron varias cartas a los organizadores del Gran Premio, a los pilotos, los patrocinadores y los medios de comunicación que retransmitirán el evento para que reconsideren su participación en el mismo.

Estas ONG fueron el Centro de Bahréin por los Derechos Humanos (BCHR), la Asociación de la Prensa de Bahréin (CPA), la Sociedad Juvenil de Bahréin por los Derechos Humanos (BYSHR) y la Campaña contra el Comercio de Armas (CAAT).

CONTEXTO POLITICO

El emirato, aliado de Estados Unidos y las monarquías del Golfo, ha reprimido violentamente durante el último año las protestas pro democráticas en el territorio. Manama impuso en respuesta la ley marcial y pidió la entrada de tropas saudíes y emiratíes para controlar las protestas y aplastar las manifestaciones.

La oposición ha denunciado en reiteradas ocasiones las medidas violentas utilizadas por las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido más de 80 personas desde el inicio de las protestas, la mayoría de ellas por inhalación de gases lacrimógenos y atropellos de vehículos policiales.

Asimismo, desde el inicio de la represión de las autoridades contra los manifestantes, ONG internacionales como Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW) o Reporteros Sin Fronteras(RSF) han emitido múltiples comunicados para denunciar la situación de Derechos Humanos en el país y pedir a la comunidad internacional una postura activa de presión sobre el Ejecutivo.

En enero, el monarca hizo una propuesta de diálogo a la oposición, que respondió que la misma "es vaga y está cubierta de niebla", al tiempo que destacó que "no refleja un acercamiento real y serio para responder a las demandas de la población".

El anterior proceso de diálogo para intentar poner fin a la crisis política en Bahréin concluyó en julio de 2012 sin alcanzar ningún acuerdo por la retirada del principal grupo de la oposición, Al Wefaq, que denunció que estaba infrarrepresentado en la mesa de diálogo.