boston. La policía de Boston desmintió ayer que se hubiera realizado un arresto en conexión con el atentado contra el maratón de Boston que dejó tres muertos y más de 180 heridos, después de que medios locales aseguraran que se había detenido a un sospechoso. "A pesar de los informes que indican lo contrario, no hubo ningún arresto en (conexión con) el ataque al maratón", indicó la policía en Twitter. La oficina del fiscal general de Estados Unidos señaló asimismo que no se realizaron arrestos. CNN y otras cadenas de noticias habían informado el arresto de un sospechoso captado en imágenes de un video de seguridad en la escena del crimen. The Boston Globe dijo incluso que era "inminente" que se registrara una detención. Las noticias de la detención llegaron poco después de otros que afirmaban que las autoridades ya habían identificado a un sospechoso, mediante el vídeo grabado por las cámaras de seguridad de los grandes almacenes Lord & Table y las imágenes proporcionadas por una cadena de televisión local. Las imágenes mostrarían "a un sospechoso trasladando una bolsa negra, y posiblemente depositándola en la escena de la segunda bomba", según informó el diario local Boston Globe, que citaba a un funcionario cercano a la investigación. Nada más conocerse la filtración en las televisiones locales, muchos ciudadanos de Boston detuvieron su rutina, que poco a poco recuperan, para conocer los detalles, en una muestra de la ansiedad e interés con la que esperan un desenlace de la investigación de los atentados.
Además, las autoridades hallaron en la azotea de un edificio cercano al sitio la tapa de una olla de presión, aparentemente usada en uno de los artefactos, y lo que parece un trozo de circuito del detonador.
Según el Boston Globe, "a partir de fragmentos recogidos minuciosamente de lo que se considera la mayor escena del crimen en la ciudad, los investigadores habrían determinado que las dos bombas probablemente se hicieron con ollas de presión de seis litros", una de ellas de la marca vasca Fagor.
mochilas dejadas en el suelo Las cargas explosivas estaban rellenas con clavos y balines pequeños, como los perdigones, como metralla para aumentar su efecto devastador y las ollas probablemente se colocaron envueltas en bolsas de plástico negro o en mochilas dejadas en el suelo.
El FBI espera que las respuestas empiecen a llegar desde el laboratorio, donde se busca la huella del terrorista en los restos de las bombas. Los forenses reconstruyen los artefactos con las minúsculas partículas encontradas en la calle Boylston, donde estaba situada la meta del maratón de Boston y donde explotaron las dos bombas. Se busca el explosivo utilizado y el detonador. Un pequeño trozo de cable puede ser decisivo. "Estas pruebas se compararán con cientos o miles de huellas de restos de otras bombas", dice Barbara Starr, experta en seguridad y defensa de la cadena CNN. Al final del puzzle podría haber un "retrato" de los autores. O no. Aunque aún no hay noticias de qué explosivo se usó, sí se sabe que se reforzó con metralla para hacer más daño y que todo estaba contenido en ollas a presión dentro de bolsas o mochilas negras.
La pregunta es: ¿es la tapa de una olla una prueba importante? A falta de elementos concluyentes, los investigadores se agarran a un clavo ardiendo, reclaman ayuda a los ciudadanos y apelan al entorno del autor o los autores para que den información. "Es una investigación complicada", aseguró Richard DesLauriers, agente especial del FBI. La simplicidad de los artefactos hace pensar en que se trate de terrorismo doméstico sin conexiones internacionales, pero de momento son especulaciones.