madrid. Con la declaración de lealtad del grupo opositor extremista al Nusra a la red terrorista Al Qaeda, el gobierno sirio ve la confirmación de los lazos con esta red de "los grupos terroristas armados" -refiriéndose a los grupos opositores- que combaten en Siria. En ese sentido, el Ministerio de Exteriores sirios remitió ayer sendas cartas al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y al Consejo de Seguridad para sugerirles que incluyan al grupo insurgente Frente al Nusra en la lista de organizaciones "pertenecientes o asociadas a Al Qaeda".

Damasco expresó su esperanza de que la ONU adopte medidas para responder a la petición y en que el Consejo de Seguridad desempeñe su papel de preservar la paz y seguridad internacional y pidió además, que se presione a "los países que respaldan el terrorismo en Siria para que cesen sus practicas ilegales".

Ante esta petición, la Unión Europea aseguró haber "tomado nota", aunque la preocupación reciente se une a una vigilancia anterior. EEUU, que monitorea al Frente al Nusra desde hace tiempo, dice que el grupo es responsable de más de 600 ataques terroristas en Siria desde noviembre de 2011. Además de incluir al grupo el año pasado en su lista terrorista, el Gobierno estadounidense también impuso entonces sanciones a dos líderes de Al Nusra.

Por otro lado, la ONG estadounidense Human Rights Watch publicó ayer un informe que confirmaba y documentaba que al menos 152 personas han muerto a causa de los ataques perpetrados por la Fuerza Aérea Siria "de forma indiscriminada y, en algunos casos, deliberada" contra la población civil.

Según el informe, basado en 140 entrevistas realizadas a víctimas y testigos de estos ataques aéreos en 50 localidades, las fuerzas gubernamentales han efectuado ataques aéreos con bombas no teledirigidas contra civiles "de forma reiterada" a lo largo de la guerra civil, armas que no permiten "distinguir entre civiles y combatientes", recordaban.

bombardeos en panaderías Respecto a su afirmación de que los ataques contra civiles han sido en ocasiones deliberados, HRW ha documentado al menos ocho ataques contra panaderías en las que había civiles haciendo cola y siete contra dos hospitales. La organización humanitaria ha revelado que como consecuencia de estos ataques aéreos al menos 152 personas han muerto, aunque una red de activistas locales ha asegurado que el balance de fallecidos asciende a más de 4.300 desde julio de 2012. El informe también apunta al uso de medios ilícitos por parte del Gobierno, como es el caso de las municiones de racimo.

Mientras tanto, desde EEUU se confirmó un segundo paquete de ayudas. Si los Estados Unidos ya han provisto a la oposición de unos 115 millones de dólares de ayuda no letal, esta vez Washington proveerá a los rebeldes con chalecos antibalas y gafas de visión nocturna. Sin embargo, se sigue negando a armar a los rebeldes, por miedo a que caigan en manos de extremistas. Así, el secretario de Estado, John Kerry, negó armas al nuevo primer ministro de los rebeldes sirios, Ghassan Hitto, en su reunión del miércoles en Londres.