roma. El presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, dio muestras ayer de no tirar la toalla para resolver el bloqueo político del país al descartar su dimisión y encargar dos grupos de trabajo que identifiquen el plan de reformas sobre el que los partidos pueden llegar a un acuerdo. Ante las especulaciones aparecidas ayer de modo unánime en la prensa italiana sobre una posible intención de dimitir, Napolitano insistió en varias ocasiones en que agotará su mandato.

En una muy esperada comparecencia en la sede de la Presidencia de la República en Roma, Napolitano informó de las conclusiones a las que había llegado tras la segunda ronda de consultas con los partidos que llevó a cabo este viernes, tras una primera que se saldó con el encargo -finalmente sin éxito- al líder del centroizquierda, Pier Luigi Bersani, de buscar apoyos para formar Gobierno.

Tras tomarse una noche para reflexionar, el jefe del Estado llegó a la conclusión de que la mejor solución para el país, ante el inmovilismo de los partidos, es la de buscar los puntos en común a través de las reformas que consideran necesarias, para configurar así una especie de programa para el próximo Gobierno. "Me dispongo a pedir a dos grupos restringidos de personalidades, entre ellos distintos por colocación y por competencia, que formulen precisas propuestas programáticas que puedan ser objeto de acuerdo por parte de las fuerzas políticas sobre temas esenciales de carácter institucional, económico-social y europeo", dijo el jefe del Estado, cuyo mandato expira en mayo. "Eso podrá constituir un material útil, es decir, también para la tarea que corresponderá al nuevo presidente de la República en la plenitud de sus poderes", agregó.

Según informaron fuentes de la Presidencia de la República, esos grupos de trabajo, que se constituirán el próximo martes, tendrán un carácter "político-institucional" y "económico-social", respectivamente, y lo compondrán figuras que decidirá el propio Napolitano, quien después recibirá un informe con sus conclusiones.

responsabilidad Una vez concluido el trabajo de estos dos "grupos restringidos" de personalidades, los partidos deberán realizar su papel, en la responsabilidad a la que el jefe del Estado apeló ayer de nuevo, después de no haber cedido casi ni un milímetro en las posturas que han mantenido desde las elecciones de febrero. "Considero tener una vez más que subrayar la exigencia que de parte de todos los sujetos políticos se exprese una plena consciencia de la gravedad y la urgencia de los problemas del país y, por tanto, un acentuado sentido de la responsabilidad para hacer posible la constitución de un Gobierno válido en un plazo que no se prolongue", afirmó.

Consciente de que hay muchas miradas puestas sobre el bloqueo italiano ya no solo dentro del país, sino también fuera y en los mercados, el presidente de la República recordó que, por el momento, sigue operativo el Ejecutivo en funciones de Mario Monti. "No puede escapar a los italianos y a la opinión internacional que un elemento de concreta certidumbre en la actual situación de nuestro país está representado por la operatividad del Gobierno aún en funciones, aunque sea dimisionario, y que, por lo demás, no haya sido rechazado por el Parlamento", indicó Napolitano.

Este Gobierno en funciones, añadió, "ha anunciado y está a punto de adoptar medidas urgentes para la economía, de acuerdo con las instituciones europeas y con la contribución esencial del nuevo Parlamento a través de los trabajos de una Comisión especial".