berlín. Ciudadanos de la capital alemana, artistas y miembros de organizaciones no gubernamentales comenzaron ayer a montar guardia frente a la East Side Gallery, el mayor tramo del Muro de Berlín que permanece en pie, decorado por artistas internacionales, que peligraba debido a unas obras inminentes.
Debido al clamor popular, el constructor, que pretendía derribar el muro para construir unas viviendas de lujo, ha renunciado a retirar más segmentos del mismo. Unas 5.000 personas se manifestaron el domingo en una protesta que consistió en una serie de actuaciones musicales e intervenciones desde un pequeño escenario de personas, entre ellas políticos y artistas, vinculadas de una u otra forma al Muro de Berlín.
La protesta, que arrancó a mediodía y acabó a media tarde, tuvo lugar después de que el viernes la presión ciudadana en la calle lograse paralizar, por dos días, el desmantelamiento de esa parte del muro por motivo de unas obras cercanas. Internet también se ha hecho eco de las protestas ciudadanas, con decenas de vídeos e imágenes del desmantelamiento en las redes sociales, y una petición popular en la plataforma change.org que ya ha obtenido más de 55.000 firmas.
Pero, tras la paralización durante dos días, aún era necesario abrir otro agujero, algo que ha impulsado a algunos a vigilar el muro.
Hasta la zona han llegado artistas como el iraní Kani Alavi, uno de los encargados de decorar el Muro de Berlín en los años 90, quien estimó que es relevante que el movimiento ciudadano continúe, ya que en el pasado "se han destruidos trozos en otro lado de la ciudad y este tramo hay que conservarlo".
Alavi admitió "tener miedo" de que pueda producirse una situación similar a lo ocurrido en Checkpoint Charlie, el paso fronterizo más famoso del Muro de Berlín entre 1945 y 1990, donde "llegaron de noche y retiraron el muro", afirmó.
Por ello, agregó, es importante que haya ciudadanos vigilando permanentemente el lugar.
El diseñador Robert Muschinskí, miembro de la organización Spreeufer für alle (La orilla del Spree para todos), consideró "relevante que East Side Gallery se conserve para que la gente joven conozca el Muro de Berlín y pueda imaginar la experiencia de vivir a uno y otro lado de éste".
El berlinés Lutz Urbanczyk-Bosse, quien en el pasado escapó del lado este al oeste del muro por motivos familiares, aseguró que "hay más espacio para construir" en la zona donde está emplazado el East Side Gallery y que es "importante que siga acá, para que mis hijos y nietos puedan ver parte de la historia". Según ha asegurado, además, él fue precursor a través de la red social facebook de montar una guardia en la zona para vigilar el desmantelamiento. Ayer por la tarde, miembros de Spreeufer für alle y de la plataforma change.org, entre otros, se reunieron para decidir las acciones a realizar, de cara al 18 de marzo.