roma. Italia busca una salida a la delicada situación que se dibuja tras las elecciones generales, con un Senado sin mayorías claras que aboca al país a la ingobernabilidad y que ya despertó ayer los temores de los mercados financieros ante la posibilidad de que no cumpla con sus compromisos europeos.

Los principales líderes políticos italianos hicieron ayer sus valoraciones sobre los resultados arrojados por las urnas, aunque ninguno de ellos logró dar una indicación clara del camino que se va a seguir.

El vencedor en la Cámara de los Diputados, el centro-izquierda Pierluigi Bersani del Partido Democrático, descartó por ahora cerrar alianzas con otros partidos y adelantado que propondrá "puntos fundamentales de cambio" en el nuevo Parlamento para que el resto de formaciones las respalden.

Bersani defendió que, como la coalición más votada "pese no haber ganado", le corresponde al centro-izquierda tener "la primera palabra" en la formación del nuevo gobierno, al tiempo que tomó "nota con humildad" del inesperado resultado.

La situación arrojada por las urnas es incierta ya que en el Senado, una cámara de mucho importancia en Italia, el vencedor ha sido el partido de derechas liderado por Silvio Berlusconi, Pueblo de la Libertad. El expresidente mostró ayer síntomas de responsabilidad al pedir que la política "se sacrifique" para poder gobernar el país. "No creo que Italia no pueda ser gobernada", dijo Berlusconi y subrayó que no cree que la solución sea la de volver a votar.

Sobre la posibilidad de aliarse en el Senado con el centroizquierda para sacar adelante algunas reformas como la nueva ley electoral, Berlusconi se limitó a explicar que ahora "todos tienen que reflexionar" y "esto llevará su tiempo".

La gran sorpresa de las elecciones fue el partido liderado por el cómico italiano Beppe Grillo, que se erigió como la tercera fuerza política contra todo pronóstico. En sus declaraciones tras los comicios, Grillo aseguró ayer que el sentido del voto de su grupo en la próxima legislatura se estudiará ley a ley, negando que la suya vaya a ser una oposición absoluta y frontal al futuro Gobierno.

"Aquí lo que se trata es de percibir que el cambio es histórico. No es solo italiano, porque hemos votado por Internet, porque los ciudadanos no tienen ya intermediarios", agregó el cómico, quien aseguró que no es que espere que se derrumbe todo en la arquitectura del Estado italiano, porque ya lo ha hecho.

futuro incierto En medio de los interrogantes suscitados por el voto, los medios de comunicación y los analistas perfilaron diferentes escenarios posibles, que van desde la formación de un Gobierno de coalición, a la convocatoria de nuevas elecciones, posiblemente tras una reforma del sistema electoral que permita evitar que se repitan situaciones como la actual.

Y es que mientras la coalición de centroizquierda de Pier Luigi Bersani, la más votada, ha obtenido la mayoría absoluta en la Cámara de los Diputados gracias al sistema de premios al primer partido, en el Senado, donde esas bonificaciones se reparten región por región, ha quedado con una mayoría relativa con un margen muy ajustado sobre la segunda fuerza, el centroderecha de Silvio Berlusconi.

Por detrás, en ambas Cámaras, quedó el Movimiento 5 Estrellas, del cómico Beppe Grillo, adalid de la antipolítica en Italia, que ha cosechado un gran resultado situándose como tercera fuerza parlamentaria.

La sorpresa negativa de los comicios fue el tecnócrata Mario Monti quien quedó en cuarta posición a pesar de que las encuestas le daban mejores resultados al expresidente italiano que se presentó a las elecciones tras mucho dudar.