GAZA. El consejo del centro educativo anunció la pasada semana la obligatoriedad del uniforme para las mujeres, que incluye el vestido con manga larga y el velo, levantando críticas entre los alumnos más liberales, que han acusado a la universidad de ejecutar instrucciones de Hamás para islamizar la Franja palestina.

La decisión de las autoridades universitarias es, según Jitam, estudiante de Bellas Artes de 21 años, "una intervención grave en asuntos personales que representa el fanatismo religioso".

Otros alumnos consideran que la nueva directiva tiene como finalidad tratar de evitar la rebeldía entre los jóvenes.

"La universidad no es solo para los musulmanes, también hay cristianos en la franja de Gaza", dijo a Efe la joven, que denunció que los agentes de seguridad de la universidad "miran de forma extraña a las chicas y se comportan mal cuando impiden entrar a alguna que no lleva el uniforme islámico".

Hamás ha intentado en varias ocasiones imponer el velo islámico a las abogadas cuando acuden a los tribunales y en escuelas secundarias, además de impedir que hombres y mujeres se mezclen en público.

También ha prohibido a las mujeres fumar la "shisha" o "hukka" (pipa de agua) en cafeterías y otros lugares.

Aunque la organización ha reiterado que no trata de imponer la sharia (ley islámica) por la fuerza en el enclave costero, estas normativas y otras actividades, como el lanzamiento de la "Campaña de Virtud Islámica", muestran lo contrario.

"Cuando alguien oye que la Universidad de Al Aqsa quiere que sus estudiantes mujeres lleven un uniforme islámico, los de fuera inmediatamente piensan que lo que ocurre es que visten con ropa corta y sexy", pese a que las estudiantes en realidad visten de forma "modesta" y el 95 por ciento se cubren la cabeza, explicó a Efe Jalil Abu Shamalleh, de la ONG Al Dameer.

La sociedad de Gaza "ha sido tradicional mucho antes de que Hamás tomase el control del territorio", añade.

En Cisjordania, Hanan Ashrawi, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), condenó la nueva normativa universitaria.

"La decisión tiene peligrosas implicaciones sociales y políticas, que podrían dañar seriamente el tejido social en la franja de Gaza y en la sociedad palestina en general", señaló en un comunicado la dirigente, que considera que esta medida es una muestra de la crisis política y social que vive el enclave palestino.

Además, según activistas de derechos humanos, la decisión contradice las propias reglas internas de la universidad.

"Es una universidad pública, que pertenece al Ministerio de Educación Superior, y no al sector privado", por lo que no se puede imponer un código de vestimenta islámico, estimó Jamil Serhan, de la ONG Corporación para los Derechos Humanos.

Se trata, además, "de una violación de los derechos humanos y de los derechos de libertad personal del individuo", explicó Serhan, quien considera que las autoridades universitarias deben anular de inmediato la norma y respetar la libertad personal de sus alumnas.

El analista político Talal Oukal considera que con este cambio, Hamás da un paso más en su intento de islamizar la sociedad de forma gradual y no de golpe, para evitar enfrentarse a resistencias de la población.

"La imposición del uniforme islámico en las estudiantes de Al Aqsa se hará de forma gradual, igual que lo han ido haciendo en todas las escuelas bajo el pretexto de que los derechos de las estudiantes no sean violados", asegura.

Los cinco años de bloqueo impuesto en Gaza por Israel con el apoyo de Egipto han aumentado el desempleo y la pobreza entre sus 1,7 millones de habitantes, un factor que, según los expertos, está ayudando a hacer la sociedad más conservadora.