París. Los franceses aguardan en el aeropuerto de Kidal para lanzarse a tomar el control de la única ciudad del norte de Malí que aún no está bajo su dominio. El ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, informó de que los militares tomaron el miércoles el aeropuerto de la ciudad y que esperan refuerzos franceses y africanos, pero estos se están retrasando por las condiciones meteorológicas. Según el ministro, se tardará más de lo previsto en tomar Kidal, en manos ahora de los independentistas tuareg, que han logrado expulsar de la zona a los grupos radicales.
El control se lo reparten entre el Movimiento Islámico del Azawad -una escisión de los radicales islamistas de Ansar al Dine- y el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) -laico-, que han pedido, al parecer, que las tropas malienses se mantengan al margen de la operación en la zona por miedo a abusos contra los tuaregs. Los radicales se retiraron en los últimos días de Gao y Tombuctú ante el avance de las tropas francesas y los analistas temen que su estrategia sea continuar con una guerra de guerrillas.
Le Drian recordó que la misión es "contribuir a restablecer la integridad y la soberanía de Malí en la totalidad de su territorio" junto con el Ejército del país e insistió en que los yihadistas han sufrido fuertes pérdidas por los numerosos bombardeos que han afectado al material y a los hombres, aunque no dio cifras. Añadió que los grupos integristas que controlaban el norte se han dispersado, han vuelto a sus casas, han puesto en marcha un repliegue táctico o intentan pasar a los países vecinos, una posibilidad cada vez más difícil ante el cierre de las fronteras.
Le Drian reiteró que los franceses "no tenemos vocación de quedarnos, sino de bloquear el avance de los yihadistas y de permitir a los malienses tomar el relevo". A ese respecto, señaló que hay en Malí 3.000 militares africanos llegados de los países vecinos que se han comprometido con la misión internacional.
Abusos Los ministros de Exteriores de la Unión Europea expresaron ayer su preocupación por los supuestos abusos y violaciones de los derechos humanos cometidos por soldados malienses y exigieron a las autoridades de Bamako que los investiguen y persigan a los responsables. "Todos los autores de violaciones de los derechos humanos deben ser hechos responsables de sus actos", señalaron los ministros de los Veintisiete.
La advertencia europea llega después de que Naciones Unidas haya constatado abusos graves tanto por parte de los grupos yihadistas que desde junio de 2012 y hasta el comienzo de la intervención francesa controlaban el norte de Malí, como en zonas bajo la autoridad del Gobierno de Bamako. Esas violaciones de los derechos humanos han desencadenado una investigación por parte de la Corte Penal Internacional, que esta semana hizo un llamamiento a las autoridades malienses para que pongan fin a la situación.
"La UE está dispuesta a ofrecer el apoyo apropiado para luchar contra estos abusos", señalaron los ministros europeos, que urgieron al despliegue de observadores para garantizar el respeto de los derechos humanos en todo el territorio. Los Veintisiete recordaron a las autoridades malienses que "su responsabilidad principal es la protección de la población civil" y que tienen la obligación de investigar los supuestos abusos.
Los ministros de Exteriores volvieron a respaldar ayer la intervención francesa en el país africano y el apoyo de otros Estados europeos. Además, animaron a la Unión Africana y a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental a acelerar el despliegue de la fuerza multinacional que intervendrá en Malí bajo mandato de la ONU para apoyar al Gobierno maliense en su lucha contra los grupos terroristas.
La UE también expresó su satisfacción por la adopción por parte de las autoridades de Malí de una hoja de ruta para la vuelta al orden constitucional y confirmaron que se podrá restablecer de forma gradual la ayuda a la cooperación.