El Cairo. La oposición no islamista decidió ayer no recoger el guante tendido por el presidente egipcio, Mohamed Mursi, y manifestó su rechazo al diálogo con marchas multitudinarias por todo El Cairo que confluyeron en el Palacio Presidencial. Ante esta nueva demostración de fuerza, el vicepresidente Mahmud Meki explicó anoche que el mandatario está dispuesto a aceptar un retraso en la celebración del referéndum sobre la Constitución, previsto para el día 15, "con la condición de que blinde este aplazamiento de recursos ante la Justicia". Tras el discurso del jefe de Estado el jueves, que sus detractores comparan con los del derrocado Hosni Mubarak, el opositor Frente de Salvación Nacional anunció que no participará en el diálogo propuesto por Mursi. Esta coalición, formada por grupos liberales, izquierdistas y revolucionarios, consideró que el presidente ha ignorado sus reivindicaciones de anular el acta constitucional con la que blindó sus poderes y la convocatoria del referéndum sobre la Carta Magna.
"El diálogo carece de los elementos básicos de una negociación verdadera y seria", apuntó el Frente, encabezado por el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, el exsecretario general de la Liga Árabe Amro Musa y el excandidato Hamdin Sabahi. Para esta agrupación, el discurso de Mursi fue "decepcionante", ya que defendió sus decisiones y no reconoció la responsabilidad de los Hermanos Musulmanes en los enfrentamientos del pasado miércoles en torno al Palacio Presidencial, en los que murieron siete personas y centenares resultaron heridas. Aunque en su esperada alocución Mursi convocó para hoy un diálogo nacional con el fin de "lograr un acuerdo global para salir de la división", sus palabras no amainaron los ánimos. Decenas de miles de personas marcharon desde varias mezquitas con dirección al Palacio Presidencial, entre lemas de "Egipto para todos los egipcios" o "Vete Mursi Mubarak".
La Guardia Republicana, que custodiaba desde el jueves el palacio, retiró la alambrada que cercaba el complejo, tras negociaciones con los manifestantes, que pidieron acercarse hasta el muro del mismo. Entre gritos de "el Ejército y el pueblo son una sola mano", el mismo lema utilizado durante la revolución contra Mubarak, los opositores celebraron esta decisión y algunos incluso se subieron a los carros blindados en un ambiente festivo. En los alrededores de la sede presidencial, la joven Nadine manifestó que si Mursi "no ha dialogado ni consultado a sus propios consejeros ¿Por qué pide ahora que los opositores dialoguen con él?". "Es un mentiroso y es una estrategia para mostrar a Occidente y EE.UU. que es flexible y está dispuesto a dialogar, pero no es cierto", señaló.
Plaza Tahrir Los opositores también se concentraron por miles en la plaza Tahrir, donde desde hace dos semanas mantienen una acampada, que muchos no quisieron abandonar ayer ante el temor de que los islamistas tiren abajo las tiendas. Un grupo de jóvenes afines al Partido Corriente Popular de Sabahi explicaron que van a continuar en Tahrir porque Mursi no tiene intención de revocar sus decisiones ni propone soluciones a la crisis. El abogado Jaled Mohamed subrayó que el presidente ofreció un discurso del "estilo de Mubarak", con el que quiere "dividir al pueblo al hablar solo para los Hermanos Musulmanes y tachar a sus detractores de minoría".
En la misma línea, la joven Amina al Neby afirmó que el discurso de Mursi busca provocar: "Es otro dictador, no vamos a dialogar con un hombre en el que no se puede confiar". Por su parte, las fuerzas islamistas, con el guía espiritual de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía, a la cabeza, congregaron a sus seguidores en la celebración del funeral de dos de los fallecidos en los enfrentamientos del Palacio Presidencial. Una multitud acudió a las exequias, celebradas en la mezquita de Al Azhar de El Cairo, donde se vivieron algunos momentos de exaltación y tensión con gritos a favor de un Estado islámico.
La brecha entre la población egipcia no parece que vaya a cerrarse pronto, con los dos bandos enrocados en sus posiciones. Si Mursi defendió el jueves su legitimidad y la de sus decisiones, el Frente de Salvación Nacional declaró ayer que "continuará empleando todos los medios legítimos para corregir la vía de la revolución y construir un Egipto que se base en la libertad, la justicia social y la dignidad".