JERUSALÉN. Los Hermanos Musulmanes han encontrado su espacio en otros países de Oriente Medio; en Jordania, una ley impide al Frente de Acción Islámico presentarse a las elecciones. ¿Cuál es la razón?

El régimen no quiere que haya partidos políticos de oposición que representen a mucha gente, quieren que los partidos sean débiles para que no tengan el control. La ley electoral que nos prohíbe presentarnos se llama La Voz Única: nosotros le llamamos La Voz Fragmentada.

Han anunciado que boicotearán las próximas elecciones. ¿Por qué rechazan la actual ley electoral?

Queremos que el Gobierno sea elegido por el Parlamento y el Senado elegido por la gente, como en cualquier democracia, no que ambos sean elegidos por el rey; es el pueblo el que debe ser la fuente de poder, y los responsables de la corrupción deben ser juzgados. El Gobierno no ha cumplido nada de esto en sus reformas; por eso no es bueno para ellos que los Hermanos Musulmanes se presenten a las elecciones.

El gobierno invitó a la oposición, incluidos los Hermanos Musulmanes, a dialogar sobre las reformas. ¿Por qué rechazaron la invitación?

El Gobierno no tiene el poder para tomar decisiones, no tiene ninguna orientación para resolver nada. Por experiencia sabemos que sólo intentaban ganar tiempo y ahora se demuestra que de aquellas conversaciones y propuestas no salió nada. No estamos en contra de las negociaciones; queremos dialogar con el gobierno pero sobre cosas específicas y sólo si tiene el poder para tomar decisiones y aplicarlas.

¿Por qué el auge de los Hermanos Musulmanes está creciendo en Oriente Medio en estos momentos?

Es un resultado natural. Llevan muchos años viviendo entre la población, la gente los conoce, y sus líderes son gente limpia que nunca ha entrado en las corrupciones del poder, y cuando la gente se ha visto libre de votar a quien desea, los ha votado a ellos. Nosotros hemos trabajado con la gente, asegurándoles las necesidades básicas.

A Occidente le incomoda la expansión del islamismo. ¿Tienen razones para temerles?

Los medios internacionales, los israelíes y algunos fanáticos occidentales han perjudicado mucho la imagen del islamista. Occidente aún no ha tratado con los islamistas, no les ha dado la oportunidad de demostrar si son buenos o son malos. No tendríamos problemas en mantener una relación cordial con occidente, pero debe haber respeto mutuo.