México DF. "Estamos tranquilos porque ganamos la elección, y si vuelven a contar los votos vamos a volver a ganar". Es la respuesta del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la solicitud del candidato Andrés Manuel López Obrador a contar de nuevo, "voto por voto", todos los paquetes electorales de los comicios presidenciales al encontrar "inconsistencias" en 113.000 de los 143.000 de ellos. Al respecto, el Instituto Federal Electoral (IFE) anunció ayer que se recontarán el 54,5% de los paquetes de la elección presidencial y el 60% de la de senadores y diputados. Horas antes, el presidente del IFE, Leonardo Valdés, había manifestado su apoyo al "voto por voto" siempre y cuando hubiera fundamento y dejó en manos de los distritos electorales la decisión de abrir los paquetes que le corresponden.
Pero las denuncias de López Obrador van más allá e incluyen la compra de votos por parte del PRI, casos que también están documentandos. El izquierdista ha manifestado que recurrirá a todas las instancias legales para "limpiar" la elección, descartando por el momento movilizaciones. Lo que se preguntan los mexicanos ahora es qué hará si, agotados estos procesos, el resultado le es adverso o no se cumplen sus demandas. Los seguidores de López Obrador se muestran escépticos con el recuento de votos, "porque esta vez el fraude vino desde antes, en la compra de votos".
Lo cierto es que están comenzando a aparecer vídeos de personas, sobre todo del Estado de México, que dicen haber recibido tarjetas con dinero por parte del PRI a cambio de su voto. Según el diario La Jornada, cientos de personas abarrotaron el lunes las tiendas Soriana para canjear esta tarjeta ante el temor de que se la cancelaran. López Obrador tiene hasta el 6 de septiembre como fecha límite, entonces un tribunal determinará la validez del resultado, que de momento favorece al PRI.