Berlín. El presidente Ólafur Ragnar Grimsson, ha ganado las elecciones presidenciales celebradas la víspera en Islandia, el pequeño país insular del norte del Atlántico, con el 52,78 % de los votos y asumirá así su quinto mandato consecutivo. Según los resultados definitivos, el claro favorito en estos comicios presidenciales -como lo adelantaban todas las encuestas- se impuso así a su principal rival, la popular periodista Thóra Arnórsdóttir, qué sumó el 33,16% de los sufragios.
Muy por detrás en estos comicios quedaron los otros cuatro candidatos: Ari Trausti Gudmundsson (8,64 %), Herdís Thorgeirsdottir (2,63%), Andrea J. Ólafsdóttir (1,8 %) y Hannes Bjarnason (0,98 %).
La participación fue del 69,2 %, informó la radio pública.
Grimsson consiguió al final de la campaña dar la vuelta a unos sondeos que le eran desfavorables y que apostaban claramente por la joven madre de familia numerosa, con su imagen de figura renovadora y su apuesta por el poder para las mujeres frente a la cultura masculina que algunos asocian a la crisis financiera.
la baza del euroescepticismo Aunque se trata de un área ajena a la responsabilidad del presidente, Grimsson logró decantar la campaña electoral a su favor al convertir en asunto principal de la misma el debate sobre el ingreso de Islandia en la Unión Europea, algo muy sensible en un país tradicionalmente euroescéptico.
En una hábil maniobra política, se erigió en defensor de los recursos naturales y la independencia de Islandia, amenazados por Bruselas, desoyendo las críticas de sus rivales a que centrar las discusiones en la UE es interferir en el debate parlamentario y rebasar sus competencias de carácter puramente representativo.
Pero el veterano político islandés, de 69 años, alegó que no puede ignorar un tema tan importante para el país, argumento parecido al que le llevó a vetar en 2010 y en 2011 dos leyes del Parlamento para indemnizar a ahorradores extranjeros por la quiebra del banco islandés Icesave.