París. El presidente de Francia y candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy, se presentó ayer como el líder que evitará a su país caer en la situación que atraviesan naciones como España y Grecia y que será capaz de reconducir las cuentas públicas hasta el equilibrio dentro de cuatro años. Sarkozy afirmó que algunos socios europeos "están al borde del precipicio" como consecuencia, a su juicio, tanto de la crisis financiera como de la incapacidad para cumplir sus compromisos. "No hay un francés que desee la situación que han conocido los griegos y que ahora atraviesa España", indicó en una rueda de prensa en la que incidió en que todas sus propuestas giran en torno al objetivo "imperativo" de que Francia "retome el control de su destino" con el equilibrio de sus finanzas. El candidato conservador francés culpó de la "crisis de confianza" que sufre España a los "siete años de Gobierno socialista" tratando así de ganar adeptos frente a su máximo rival, el socialista François Hollande.

En esa comparecencia, en la que Sarkozy presentó además una "carta al pueblo francés" en la que recopila sus valores de "trabajo, mérito, austeridad y autoridad", sostuvo que aspira a "construir una Francia lo suficientemente fuerte como para proteger a los franceses". De los 53.000 millones de euros de ahorro necesarios para alcanzar ese equilibrio, tres cuartas partes deberán proceder de los gastos y el cuarto restante de los ingresos, indicó el candidato, precisando que deberán colaborar el Estado, la seguridad social, los municipios y las regiones.

Programa Su programa, "realista" a sus ojos, contrasta con el "festival de gastos" que ha presentado Hollande y de los que, según él, "nadie sabe cómo serán financiados". "Durante cuatro años el mundo ha vivido una sucesión de crisis. Yo he aprendido la lección", indicó el presidente, satisfecho de que aparte de Alemania, Francia haya sido el país europeo donde menos ha aumentado el paro, con un 17% que contrastó con el del "220% de España o un poco menos del 40% en Italia".

Para no llegar a la situación de España, Sarkozy colocó la competitividad en el "corazón" de su proyecto económico, sustentado también por otras apuestas "ineludibles" como la innovación. "Es cierto que este debate lo hemos escuchado en el pasado, pero ya no estamos ante un debate, sino ante una realidad. En el pasado no existía un país que quebraba. Hoy es posible", señaló.

El presidente dijo que si es reelegido en los comicios, cuya primera vuelta se celebrará el próximo día 22, solicitará a la Unión Europea la congelación de la aportación francesa al presupuesto comunitario, lo que ahorraría al país 600 millones de euros al año, y añadió que someterá a votación a partir del verano la llamada "regla de oro" que vela por el equilibrio presupuestario.

Sarkozy, que presentaba sus propuestas económicas para la reelección, se negó a detallar un calendario preciso de aplicación, subrayando que, a diferencia de Hollande, que esta semana entró en detalle sobre su hipotético primer año de mandato, él se compromete "durante los próximos cinco".