Tras los disturbios de tibetanos en el suroeste de china, el gobierno chino mandó más tropas a la zona e intensificó las medidas de seguridad, según aseveraron ayer testigos. Varias fuentes aseguraron en Internet que vieron camiones del ejército en la prefecturas de Ganzi y Aba. En las nuevas protestas contra el dominio chino habrían fallecido, según versión oficial, dos tibetanos.