EL CAIRO. La organización Human Rights Watch (HRW) llamó ayer a todos los países democráticos a implicarse a fondo en el proceso transformador de la primavera árabe y a abandonar su tradicional complacencia con las dictaduras en esta región.
En la presentación mundial de su informe anual, realizada por primera vez en El Cairo, el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, pidió que "se acabe con la indiferencia en muchos lugares hacia los derechos de las personas en Oriente Medio y el Norte de África".
Esa indiferencia está arraigada, en el caso de Occidente, en la tradiconal política de contención hacia los países árabes, donde se busca una supuesta estabilidad a través del apoyo a los regímenes autoritarios, mientras que en otras regiones se promueve la democracia.
Por ello, Roth pidió acabar con la "excepción árabe" en la defensa de los valores democráticos, lo que requerirá "un alineamiento claro con los reformistas, aunque sea a costa de abandonar a los amigos autócratas".
En el informe, de 676 páginas, Human Rights Watch hace un recorrido por la situación de los derechos humanos en todos los países y áreas del mundo en 2011, con un especial interés por las revoluciones de la primavera árabe, de cuyo inicio acaba de cumplirse un año.