managua. Daniel Ortega juró ayer por tercera vez, y segunda consecutiva, como presidente de Nicaragua para dirigir al país hasta 2017, en presencia de sus aliados y homólogos Mahmud Ahmadineyad, de Irán; y Hugo Chávez, de Venezuela; y la ausencia de la oposición, que denunció un fraude en su reelección. Ortega prestó juramento en una ceremonia celebrada en la Plaza de la Revolución, en el antiguo centro de Managua, a las 18.50 horas locales (00.50 GMT del miércoles) ante el titular de la Asamblea Nacional (parlamento nicaragüense), el oficialista René Núñez.

La toma de posesión tuvo lugar en presencia de siete jefes de Estado o de Gobierno, y del príncipe Felipe, heredero de la Corona española, entre otros invitados internacionales. Ortega, que iba ataviado con una camisa blanca de manga larga y pantalón negro, llegó a la Plaza de la Revolución acompañado de su esposa, Rosario Murillo, y del presidente venezolano Hugo Chávez, su principal aliado político y económico.

Antes de iniciar su nuevo mandato para el periodo 2012-2017, el líder sandinista se dio un efusivo apretón de manos con Ahmadineyad y Chávez, ambos aliados suyos y adversarios de Estados Unidos.

Ortega, de 66 años, que cuenta con el respaldo de una abrumadora mayoría en el Congreso, inicia así un nuevo mandato en Nicaragua luego de ser reelegido con una polémica candidatura en las elecciones del 6 de noviembre pasado, cuestionadas por observadores internacionales y locales y desconocidas por la oposición.