TOKIO. El análisis, que será voluntario, tendrá un coste aproximado de 50.000 yenes (unos 511 euros, 660 dólares) por persona y será costeado por la administración de Fukushima a través de un fondo gubernamental destinado a controlar la salud de la población tras el accidente nuclear en la central el pasado 11 de marzo.
La decisión de realizar los test llega después de que muchas madres de la provincia hayan expresado su preocupación ante la posibilidad de que la leche materna pudiera estar contaminada por las partículas de radiación emitidas por la planta de Fukushima Daiichi al mar y al aire, informó la agencia local Kyodo.
Desde que estalló la crisis nuclear en Japón una de las prioridades del Gobierno central es evaluar el alcance de la contaminación en los alimentos después de detectar altos niveles de radiación en la carne, el arroz o el té de las provincias colindantes a la central.
Poco después del inicio de la crisis atómica en Fukushima, la peor en 25 años desde Chernóbil en 1986, se estima que entre el 21 de marzo y el 30 de abril la planta pudo verter al mar unos 15.000 terabecquereles de cesio y yodo radiactivo lo que produjo altas concentraciones de cesio radiactivo en el plancton del mar.
Según los datos que maneja el Gobierno de Fukushima, unos 18.000 bebes nacen cada año en la provincia y son amamantados por unas 10.000 madres, a las que se les enviará un cuestionario los próximos días para controlar su estado de salud.
Los análisis realizados por el Ministerio nipón de Salud, Trabajo y Bienestar en mayo y junio a 21 mujeres de Fukushima detectaron restos de cesio radiactivo en la leche materna de siete de ellas, añadió Kyodo.