Damasco. Tras casi diez meses de crisis en Siria, el presidente Bachar al Asad aseguró ayer que no va a renunciar y advirtió de que golpeará a "los terroristas" con puño de hierro, en un discurso a la nación desde la Universidad de Damasco. "Les digo (a los medios de comunicación) que no soy yo quien renuncia a sus responsabilidades", dijo el mandatario que se quejó de que algunos medios trabajan contra su país para conducirlo a la destrucción y decir que él no asume sus obligaciones.

A juicio del jefe de Estado sirio, la prioridad más importante ahora es recuperar la seguridad, que "no se va a conseguir a no ser que se golpee a los terroristas asesinos con un puño de hierro". "No va a haber flexibilidad con quienes aterroricen a ciudadanos, la lucha contra el terrorismo es la lucha de todos -apuntó-. No van a lograr destruir nuestra identidad ni desestabilizar nuestro convencimiento de que la resistencia está en el corazón de nuestra identidad".

Proceso de diálogo Aun así, remarcó que "no ha habido ninguna orden de ninguna institución del Estado para disparar contra los ciudadanos" y si se ha abierto fuego contra alguno ha ocurrido "en casos muy limitados según la ley". E invitó a celebrar un diálogo entre el Estado y "las distintas partes del país" sobre la forma de lograr la seguridad en el territorio sirio.

En el plano político, el presidente sirio anunció "la celebración de un referendo sobre la nueva Constitución", cuyo borrador prepara un comité de expertos designado para ello, en la primera semana de marzo y adelantó que podría haber después elecciones legislativas en mayo o en junio.

multipartidismo Según los propios integrantes de esa comisión constitucional, la futura Carta Magna pondrá fin al monopolio del gobernante partido Baaz, de Al Asad, y abrirá la puerta al multipartidismo. Sobre el futuro Gobierno, el mandatario rechazó hablar de un Ejecutivo de unidad nacional, pero señaló que quiere un Gabinete que integre todas las tendencias, incluidos, los opositores, para que pertenezca a toda la nación. En ese sentido, se mostró dispuesto a comenzar un diálogo mañana mismo, pero lamentó que una parte de la oposición no está preparada para ello. Según Al Asad, lo que ocurre en Siria es fruto de "una conspiración exterior".