Buenos Aires. El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, emprende mañana una visita a sus viejos amigos en América Latina; anfitriones amigables y nuevos mercados potenciales que le concederán al mandatario un bienvenido descanso de las tensiones por la disputa nuclear y las sanciones económicas de las potencias mundiales. Ahmadineyad llegará mañana a Caracas, en el inicio de una gira de cinco días que lo llevará también a Nicaragua, Cuba y Ecuador. Los expertos indican que la visita del presidente iraní a América Latina, en particular a los países gobernados por la izquierda en la región, es un intento de eludir las sanciones económicas y encontrar nuevos mercados.

A través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, el presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció que Ahmadineyad visitará el país a pesar de que "la tensión en el Golfo Pérsico ha ido en aumento en las últimas horas debido a la presión yanqui". El mandatario bolivariano se refería a la situación en el estrecho de Ormuz, en el Golfo Pérsico, donde Irán está llevando a cabo nuevas maniobras militares. Los test tienen lugar en medio de una disputa en torno a amenazas anteriores por parte de Teherán de bloquear el estrecho, por el cual pasa el 35% del transporte mundial de crudo, si Occidente impone nuevas sanciones como reacción al controvertido programa nuclear de Irán.

Teherán ha negado sistemáticamente las acusaciones de que su programa nuclear tiene una dimensión militar. Pero gran parte del mundo desconfía y ha reaccionado mediante la imposición de sanciones a Irán en los últimos años. Ahora, la UE está considerando la posibilidad de un embargo total sobre las importaciones de petróleo iraní. La próxima gira latinoamericana, en la que Ahmadineyad se reunirá también con los presidentes Daniel Ortega, de Nicaragua, Raúl Castro, de Cuba, y Rafael Correa, de Ecuador, probablemente esté plagada de retórica antiestadounidense y las afirmaciones del derecho de Irán a desarrollar tecnología nuclear.

Ahmadineyad y Chávez, también socios en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), son viejos aliados y compañeros en la crítica a Estados Unidos. El líder iraní estuvo por última vez en Caracas en noviembre de 2009, en su cuarta visita al país sudamericano. En ese momento, Chávez elogió a su invitado como un "gladiador de la lucha antiimperialista".

Amistad con Venezuela La quinta visita de Ahmadineyad a Venezuela había sido programada para mediados de 2011, pero a Chávez -quien estuvo en Teherán en octubre de 2010- le fue diagnosticado una forma no especificada de cáncer abdominal en aquel momento y la visita fue cancelada. En los últimos años, Irán se ha comprometido a invertir millones de dólares en la región, aunque la mayor parte de esa inversión aún está por llegar. La presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la cubana-norteamericana Ileana Ros-Lehtinen, describe el próximo viaje del presidente iraní por América Latina como un "tour de los tiranos".

"Irán ha estado trabajando durante años para ampliar sus lazos e influencia en el hemisferio occidental, y ha encontrado socios antiestadounidenses en la región", apuntó recientemente. La republicana Ros-Lehtinen describió a los Gobiernos de Chávez, Ortega y Correa como dictaduras, aunque los tres son presidentes elegidos democráticamente de acuerdo con la mayoría de los observadores. Ahmadineyad asistirá el martes a la asunción de Ortega por un nuevo mandato de cinco años como presidente de Nicaragua.

En Cuba, tal vez tenga la oportunidad de reunirse con Fidel Castro, quien a pesar de haber sido un abierto crítico de Israel durante décadas, enfrentó a Ahmadineyad el año pasado por negar el Holocausto. "Los judíos han vivido una existencia que es mucho más difícil que la nuestra. No hay nada que pueda compararse con el Holocausto", manifestó Castro en una entrevista publicada en la revista estadounidense The Atlantic en 2010. Más allá de eso, es probable que el mandatario iraní encuentre muchos puntos en común con los hombres que durante más de medio siglo han gobernado Cuba como un vecino incómodo de Estados Unidos. La gira dará a Ahmadineyad unos días de imagen internacional positiva. Sin embargo, carecerá del peso de su anterior visita, cuando el presidente iraní visitó también países más moderados como Brasil.