París/Washington. La adhesión de Palestina como Estado miembro de pleno derecho en la Unesco provocó ayer una enérgica reacción por parte de Estados Unidos, que decidió suspender su financiación al organismo de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura. La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, declaró que la suspensión es de efecto inmediato y supone que Estados Unidos dejará de entregar a la organización 60 millones de dólares que tenía que haber desembolsado en noviembre, parte del total de 80 millones que destina anualmente a la Unesco.

La portavoz insistió en que, a pesar de esta decisión, Estados Unidos mantendrá su participación y su compromiso en el organismo. "Consultaremos con el Congreso para garantizar que los intereses y la influencia de Estados Unidos se mantienen", apuntó Nuland, quien señaló que la implicación estadounidense en la Unesco "beneficia una amplia gama de nuestros intereses nacionales en materia de educación, ciencia, cultura y comunicaciones". La portavoz manifestó, asimismo, que el voto en el seno de esa organización para aceptar a Palestina como Estado miembro es "lamentable, prematuro y socava nuestra meta compartida de una paz justa, duradera y exhaustiva en Oriente Medio".

El anuncio hecho por Estados Unidos deja a este organismo de la ONU sin el 22% de su presupuesto, que en el último bienio fue de 453 millones de dólares. La propia directora general de la Unesco, Irina Bokova, había expresado su inquietud sobre la decisión de Washington, aunque no dudó en señalar como histórico el día en el que Palestina ingresó en "la casa de la diplomacia cultural". El ministro palestino de Exteriores, Riad al Maliki, también se refirió a la posibilidad de que Washington cerrase el grifo de la financiación y celebró que ese "chantaje" no haya impedido a muchos países votar a favor.

107 votos a favor La caja de los truenos se abrió después de que Palestina lograra un reconocimiento diplomático histórico al ser aceptada como Estado miembro de la Unesco gracias al voto de 107 miembros. "No es más que el principio de un camino duro y arduo que nos llevará a nuestra liberación", declaró ante la prensa al término de la votación al Malki, quien consideró que el simbólico reconocimiento es "la expresión de esa gran solidaridad mundial con la causa palestina".

Según Malki, el paso de Palestina de observador a Estado de pleno derecho, pese al rechazo de Israel, Estados Unidos y Alemania, entre otros, es la coronación de un esfuerzo que se inició en 1989, cuando los palestinos presentaron su primera solicitud de ingreso. Es además un avance "independiente", dijo, de la candidatura que el presidente palestino, Mahmud Abbas, interpuso en Nueva York el pasado 23 de septiembre para intentar lograr la adhesión palestina a las Naciones Unidas. Dicha decisión será examinada el próximo 11 de noviembre por el Consejo de Seguridad.

El paralelismo entre ambas decisiones es casi ineludible, aunque una diferencia notable es que en la Unesco solo se requiere una mayoría de dos tercios y no existe el sistema de veto, como en el Consejo de Seguridad. "La única forma de saber si la amenaza del veto es verdadera es llegar a la votación. Mientras tanto, lucharemos por conseguir nueve o diez votos en ese foro", subrayó Malki. El ingreso de los palestinos como el Estado número 195 de la Unesco, que provocó un sonado aplauso en el auditorio principal de la organización, se alcanzó gracias a los votos a favor de 107 Estados (entre los que se cuentan el Estado español, Francia, China, India, Rusia, Venezuela, Brasil, Finlandia o Eslovenia), 52 abstenciones (como las de Gran Bretaña, Colombia, Italia, Japón o México) y 14 votos en contra.

un freno para la paz Entre quienes se decantaron por el "no" figura Israel, que a través de su embajador, Nimrod Barkan, calificó la decisión como un "freno para la paz" y advirtió de que los países que votaron a favor perderán influencia sobre el Estado hebreo. "Se trata de una maniobra palestina unilateral que no traerá ningún cambio en el terreno pero que hipotecará un poco más las posibilidades de lograr un acuerdo de paz", manifestó, en la misma línea, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí en un comunicado. También se pronunciaron en contra Alemania, República Checa, Suecia, Canadá, Australia y Estados Unidos, cuya delegación destacó que "esfuerzos como los de hoy son contraproducentes".

La UE, por su parte, no logróvotar en bloque, tal y como deseaba la ministra española de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, quien lamentó que "Europa no haya alcanzado una posición común". "Hemos asistido a un momento histórico. España se ha situado en el lado correcto de la historia", al igual que otros once socios comunitarios. Y subrayó que el Estado español va a "seguir trabajando para que Europa reflexione y asuma el posicionamiento en esta materia".