kiev. La ex primera ministra y líder opositora ucraniana Yulia Timoshenko fue condenada ayer a siete años de cárcel, tras ser declarada culpable del delito de abuso de poder, en un fallo que también la inhabilita para ocupar cargos públicos durante tres años. La sentencia dictada por el magistrado Rodión Kiréyev, al que Timoshenko, de 50 años, humilló durante los cinco meses que duró la vista de la causa, señala que la líder opositora deberá pagar cerca de 200 millones de dólares a la gasística ucraniana Naftogaz en concepto de reparación de daños.
El fallo priva a Timoshenko de la posibilidad de participar en las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales, lo que según la líder opositora era el objetivo de su persecución judicial ordenada por el actual presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich.
Tras conocerse el fallo la oposición ucraniana aglutinada en el Comité de Resistencia a la Dictadura (CRD) llamó a la desobediencia civil. "¡Compatriotas! Debemos unirnos, levantarnos y ganar. Las acciones agresivas del régimen de Yanukóvich deben toparse con la resistencia civil de toda la sociedad ucraniana", rezaba el comunicado del CRD. Los diez partidos opositores unidos en este comité denuncian que "hoy el grupo criminal organizado que gobierna Ucrania cometió un grave crimen al emitir una sentencia contra Timoshenko sin ningún fundamento legal". El CRD opina que el fallo no es más que una "represalia política" ordenada por "Yanukóvich y su clan oligárquico y mafioso" contra su adversaria política, "un intento de acabar con la oposición" que supone "un desafío a todo el mundo democrático". "Hoy en día se priva de libertad de expresión a cada ciudadano de Ucrania. Nos arrebatan la libertad junto a Timoshenko. Pero esto no debe amedrentarnos o condenarnos a la decepción o a la apatía. Estas autoridades no tienen futuro y deben marcharse", indica.
insultos La sentencia considera demostrado que Timoshenko, excediéndose en sus facultades, impartió instrucciones para la firma en 2009 de acuerdos gasísticos con Rusia que supusieron cuantiosas pérdidas para Naftogaz, la empresa ucraniana del sector.
Para oír la sentencia Timoshenko, al igual que durante todo el proceso, no se puso de pie ante el magistrado, al que en la audiencia celebrada el 6 septiembre pasado llamó "delincuente", "verdugo", "impostor", "papagayo", entre otro epítetos. "Usted es un papagayo, no una persona: repite las misma palabras insensatas con toda la ayuda de los fiscales criminales. Seguramente, la culpa es de sus padres, que criaron a un necio", le espetó. Apoyándose en esto Kiréyev manifiesta en la sentencia que el tribunal no halló atenuantes ni "signos de arrepentimiento" por parte de la acusada, por lo que no considera posible dictar una pena inferior a la solicitada por la Fiscalía
Timoshenko, que se encontraba en prisión preventiva desde el 5 agosto por desacato, intentó interrumpir la lectura del fallo acusando al juez de "arrebatarle la libertad a Ucrania". "La condena no me detendrá. ¡Viva Ucrania!", gritó Timoshenko.
Nada más conocerse la sentencia, el presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, admitió que ésta "obstaculiza la integración europea de Ucrania".