París/Berlín. El 1 de septiembre era hasta ahora una fecha especial para Muamar el Gadafi, que durante décadas celebró este día el aniversario de su llegada al poder. Los gobernantes amigos eran invitados a Trípoli, mientras que la televisión mostraba películas y canciones patrióticas. Año a año, el pueblo rendía homenaje a su líder revolucionario, quien el 1 de septiembre de 1969 derrocó al rey Idris. Pero esto es ya cosa del pasado. Hoy, una gran conferencia internacional en París abrirá un nuevo capítulo de la historia libia. Invitados por el presidente Nicolas Sarkozy y el primer ministro británico, David Cameron, numerosos jefes de Estado y de gobierno, así como otras importantes figuras, como la secretaria de Estado Hillary Clinton o el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llegarán a la capital francesa para ayudar a los rebeldes libios en la transición hacia la democracia. Fuentes del Elíseo aseguran que esta fase que se inicia ahora es tan delicada y fundamental como la de los combates.
El primer encuentro en el Palacio del Elíseo entre diferentes mandatarios para abordar la situación en Libia tuvo lugar el mismo día que comenzó la operación militar aliada en el país norteafricano. Desde entonces, ha habido otras cinco reuniones del llamado Grupo de Contacto para Libia. Algunos consideran la cita de hoy como "la fiesta de celebración oficial", incluso cuando Gadafi aún no ha sido atrapado.
Dinero para los rebeldes "El Consejo Nacional de Transición (CNT) libio presentará su visión en la conferencia y dirá cuáles son las ayudas más necesarias", se indicó escuetamente ayer desde la oficina presidencial francesa. En ciudades como Trípoli o Misrata la situación sigue siendo catastrófica. En muchos casos faltan bienes de primera necesidad, como agua o electricidad, y mucho material y personal médico. Para poder ayudar rápidamente, el Gobierno libio de transición debería recibir lo antes posible el dinero congelado al clan Gadafi -se estima que en todo el mundo podría haber unos 110.000 millones de dólares-. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas liberará próximamente el dinero, mientras que países como España -16 millones-, Italia -500 millones- y Gran Bretaña -1.100 millones- ya lo han hecho.
Hace tiempo que se estableció también una competencia en relación a qué estados ayudarán a la reconstrucción de Libia. Se esperan gastos millonarios. Lo que se estima es que las empresas de las naciones que participaron en la guerra tengan la mejor posición de salida. En este sentido, la petrolera italiana Eni, la mayor productora de crudo en Libia, ya ha alcanzado un acuerdo con los rebeldes para reanudar el bombeo de petróleo y gas en cuanto lo permitan las condiciones de seguridad.
"La conferencia de amigos de Libia permitirá a los viejos amigos de Gadafi, así como a los precavidos -que se mantuvieron fuera de las operaciones militares- superar sus dudas y participar en la próxima fase y preservar su parte en los futuros contratos", indicó ayer el diario Le Figaro en su editorial . Tanto China como Rusia enviarán sendos representantes a la reunión de hoy. También la ONU prepara cuál será su papel una vez que concluya el conflicto en Libia, donde quiere desplegar cuanto antes una misión que ayude a las autoridades a asegurar una transición sin sobresaltos, pero que por el momento no incluirá a cascos azules. Quien sí seguirá de cerca la situación en el país será la OTAN, que la semana pasada anunció que mantendrá su misión de "proteger a los civiles" hasta que sea necesaria, es decir, no haya peligro para ninguna de las partes.