Accra. LA ayuda para las víctimas de la hambruna en Somalia puede provenir de una fuente inusual: un escolar ghanés de 11 años empeñado en cumplir un sueño millonario para salvar a los niños hambrientos de ese país del Cuerno de África. El pequeño Andrew Adansi Bonnah, un alumno de una escuela de Accra, está empecinado en recaudar 20 millones de cedis (algo más de 13 millones de dólares) para asistir a los muchos niños somalíes que sufren los devastadores efectos de la sequía en su país. "Quiero ayudar para obtener alimentos, medicinas, ropa, agua. Quiero que los niños puedan volver a la escuela", comentó ayer el joven filántropo, que quiere aprovechar sus vacaciones escolares veraniegas para obtener los fondos que se ha marcado como objetivo.
El muchacho tomó conciencia de la dura sequía que azota al Cuerno de África -la peor en sesenta años, según considera la ONU- y, sobre todo, de la hambruna que sufren cinco regiones de Somalia, tras ver un vídeo en el que aparecían somalíes hambrientos vagando en busca de comida. Y es que las agencias de ayuda humanitaria no consiguen paliar la hambruna que ha provocado la sequía del Cuerno de África, donde gran parte de la población se alimenta únicamente de frutos silvestres desde hace ya varios meses.
Intenso amargor El fruto edapal, que recogen de pequeños arbustos, deben hervirlo durante un mínimo de doce horas y drenar numerosas veces para eliminar su intenso sabor amargo. Más de tres millones de personas necesitan "ayuda inmediata para salvar la vida" en Somalia, advirtió ayer la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). "Quiero que los ciudadanos conozcan el sufrimiento de los somalíes y cómo pueden ayudar a conseguir dinero para poner fin a la hambruna que hay allí", explicó el niño, que no se fija un plazo para lograr su ambicioso objetivo, pero espera que se haga pronto realidad.
Andrew no tiene ni un cedis (la moneda ghanesa) en sus bolsillos, pero sí una idea muy solidaria que, con el apoyo de su familia, ya ha empezado a poner en práctica: la apertura de una cuenta bancaria para atraer donaciones.
El niño abrió la cuenta esta semana, tras pedir consejo al representante del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) en Ghana, Ismail Omer, y ha puesto en marcha la campaña Salvad a los Niños Somalíes del Hambre, lema impreso en pegatinas y prospectos. "Él está trabajando mucho y eso es digno de elogio. Cuando vino a mi oficina y dijo lo que estaba haciendo, me alegré tanto que me emocioné. Espero que llegue a ser un buen líder de su generación", declaró Ismail Omer al servicio de noticias de la BBC en África.
Andrew cuenta que, tanto el PMA como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), le está ofreciendo asesoramiento técnico, y también pretende hablar con empresas para que contribuyan generosamente a la causa de las víctimas de la hambruna en Somalia.
Además, el muchacho tiene programadas reuniones con dos expresidentes de Ghana -Jerry John Rawlings, Alto Representante de la Unión Africana (UA) para Somalia, y John Agyekum Kufuor, Embajador Mundial contra el Hambre- para "venderles" su idea.
El arrojo y la solidaridad del escolar de Accra ha conquistado la simpatía de sus compatriotas, y le ha granjeado una popularidad reflejada en múltiples entrevistas de radio, televisión y prensa divulgadas en los últimos días.
El chico se ha puesto manos a la obra después de que la UA informara la semana pasada de que celebrará una cumbre de donantes para luchar contra la hambruna del Cuerno de África este 25 de agosto en Adis Abeba. La Unión Africana ha urgido a los donantes a "responder inmediatamente ante la situación y salvar vidas" en la región, donde más de trece millones de personas padecen los efectos de la implacable sequía, según Naciones Unidas.
De momento, el joven Andrew lleva recaudados un total de 1.000 cedis (más de 600 dólares), un montante que todavía queda lejísimos de la meta que se ha propuesto, aunque ese arranque puede ser el comienzo de un sueño que quizás se haga realidad.