El Gobierno británico busca la fórmula para impedir que las redes sociales sirvan de canal de comunicación en la organización de disturbios y no descarta la posibilidad de bloquear los SMS en situaciones de violencia callejera.
El primer ministro británico, David Cameron, dijo ayer que el Ejecutivo está trabajando con la Policía, los servicios de inteligencia y la industria de Internet con la intención de "parar" a quienes recurren a las redes sociales e Internet para organizar actos violentos y criminales.
Cameron no fue más allá y no detalló, en la sesión extraordinaria del Parlamento, qué tipo de intervención se estudia para frenar el poder de convocatoria que demostraron tener redes como Twitter y Facebook en este tipo de casos.
"Estamos trabajando con la Policía, los servicios de inteligencia -MI5- y la industria para ver si estaría bien frenar a la gente que usa estas webs y servicios para comunicarse cuando sabemos que están incitando a la violencia, el desorden y la criminalidad", manifestó.
No obstante, también han servido de plataformas entre los voluntarios que, por ejemplo, se han organizado para limpiar la basura acumulada en las calles londinenses tras los disturbios en Londres, recordó Cameron.
Mientras las autoridades locales advertían de que lo mejor que podía hacer la gente era quedarse en casa y asegurarse de que sus hijos también lo hacían, miles de ciudadanos se unieron a través de Twitter y Facebook para asistir a los vecinos que vieron sus casas y sus comercios destruidos.
Ante el éxito de la convocatoria, con más de 10.000 seguidores en Facebook, la Red se llenó de peticiones para que se repitieran esas iniciativas en otros puntos de Londres y del Reino Unido.
Mientras el premier británico aludió a las redes sociales, su ministra de Interior, Theresa May, señaló que el Gobierno está considerando la posibilidad de bloquear los mensajes vía móvil cuando se estén produciendo disturbios.
El uso masivo de las redes sociales tuvo un efecto en los episodios de los últimos días en varias ciudades inglesas, mientras en Escocia, donde la violencia no se llegó a extender, dos jóvenes fueron detenidos por intentar convocar protestas a través de Facebook.
Uno de ellos, de 16 años, fue detenido ayer en Glasgow después de llamar a los disturbios en esta ciudad, mientras en Dundee otro chico de 18 años pidió a quien lo leyera en Facebook que acudiera armado al centro de la ciudad para empezar la violencia.
También Nathan Sinden, de 27 años, permanecía ayer bajo custodia por haber colgado mensajes en Facebook para animar a sus "amigos" a provocar desórdenes con mensajes como éstos: "Vamos a iniciar disturbios en Hastings. ¿Quién se apunta?" o "Hoy toca saquear. ¿Quién se viene de compras?".
Pero estas redes también han servido para coordinar acciones ciudadanas como la que el martes protagonizaron miles de londinenses, organizados a través de Twitter para limpiar por su cuenta los destrozos ocasionados en los barrios.
O las que han permitido que un barbero de 89 años, que vio cómo su negocio desaparecía calcinado por las llamas en Tottenham, tenga ahora un fondo de donaciones creado por internet para reconstruir su negocio, que regenta desde hace cuatro décadas.