roma. Decenas de personas fallecieron de hambre y asfixia en un barco que viajaba a la deriva desde el pasado miércoles con 300 inmigrantes procedentes de Libia que intentaban llegar a la isla italiana de Lampedusa, según han declarado los supervivientes a la Guardia Costera. Los extracomunitarios explicaron que algunos de sus compañeros fallecieron de hambre y no pudieron soportar la travesía y aseguraron a la Guardia Costera que tiraron sus cadáveres al mar durante el viaje, aunque las autoridades encontraron en el fondo del barco el cuerpo de un hombre. La embarcación fue avistada a 90 millas de Lampedusa y fue rescatada por dos patrullas de la Guardia costera. Los guardacostas tuvieron que emplear un helicóptero para trasladar a los tripulantes más débiles, según informó el diario La Repúbblica. Los pasajeros comunicaron que salieron el pasado viernes de Libia y que el barco quedó a la deriva por una avería en el motor.

Finalmente, cuatro patrullas de la Guardia costera trasladaron a los inmigrantes a la costa de Lampedusa. Tres de los ocupantes se encuentran gravemente deshidratados, entre ellos una mujer embarazada. Más de 1.200 inmigrantes se encuentran en los centros de acogida de la isla de Lampedusa. El pasado lunes, la Guardia costera encontró 25 cadáveres en la sala de máquinas de otra embarcación que llegó a la isla italiana con 271 inmigrantes a bordo. Los inmigrantes llegados a Lampedusa ayer se suman a los más de 500 que arribaron ayer y que serán distribuidos en centros de acogida por todo el país en las próximas horas. La guardia costera informó a los medios de comunicación de que otros 76 inmigrantes ilegales, de origen paquistaní y norteafricano y entre los que figuraban cuatro mujeres y cuatro niños, alcanzaron la costa siciliana de Pantelleria, Italia.

Libia ha sido tradicionalmente un trampolín de salida a Europa para la inmigración subsahariana. Desde enero han llegado a las costas de Italia 51.000 personas.