WASHINGTON Nissatou Diallo, de 32 años, rompió su silencio en una extensa entrevista con la revista Newsweek porque, según dijo, quería corregir el retrato equivocado que habían hecho de ella los medios de comunicación.

"Por su culpa me llaman prostituta", lamenta, "quiero que vaya a la cárcel. Quiero que sepa que hay algunos sitios en los que uno no puede usar su poder, no puede usar su dinero".

La inmigrante guineana cuenta en la revista que fue agredida cuando trabajaba como empleada de limpieza en un hotel de Nueva York.

Según su relato, después de preguntar si había alguien y no obtener respuesta, entró a limpiar una habitación que creía que estaba vacía, cuando apareció Strauss Kahn desnudo y se dirigió hacia ella.

Diallo pidió disculpas y se apresuró a marcharse, pero Strauss Kahn, según su versión de los hechos, intentó agarrarle los pechos, le bloqueó el paso y la empujó hacia la cama.

La mujer trató de disuadir a Strauss Kahn diciendo que estaba su supervisor en la puerta, pero "el hombre me dijo que no había nadie fuera y nadie iba a escuchar".

La joven detalla cómo le obligó a mantener sexo oral mientras la agarraba tan fuerte que le dejó marcas en el cuerpo y le causó un desgarro parcial de un ligamento en el hombro izquierdo, según el informe médico.

En repetidas ocasiones dice que temía perder su trabajo y no sabía qué hacer. Finalmente se lo contó a su supervisor y se llamó desde el hotel a la policía.

Diallo asegura que no sabía quién era aquel hombre y cuando al día siguiente le vio en las noticias que se trataba del futuro candidato a la presidencia de Francia pensó "ahora todo el mundo va a decir de todo sobre mí, todo malo".

Strauss Kahn no ha contado la versión de sus hechos pero según dijo a la revista uno de sus abogados, William Taylor, consideró que hoy se está tratando de presionar a los fiscales con este "teatro". Mientras tanto han salido a la luz los antecedentes de la luz.

Viuda, madre de una niña adolescente y analfabeta cuenta que fue violada por dos militares en su país y que solicitó el asilo político en EEUU porque cuando era niña sufrió en su país la ablación -la mutilación parcial de sus genitales-.

Las condiciones en las que llegó al país como inmigrante, un posible pasado como prostituta, su relación con un hombre de Sierra Leona "al que consideraba amigo", encerrado en la cárcel por drogas, han levantado todo tipo de comentarios y sospechas contra ella.

La Fiscalía señaló además que la mujer mintió durante la investigación sobre lo ocurrido inmediatamente después del incidente en el hotel Sofitel, ya que según un escrito judicial reconoció que había añadido algunas cosas a su testimonio.

Pero ella defiende que ha mantenido su testimonio todo el tiempo, "les conté lo que este hombre me hizo. Nunca he cambiado. Sé lo que este hombre me hizo".

DSK, de 62 años, fue detenido el pasado 14 de mayo cuando se disponía a tomar un avión hacia Francia, y tras ser acusado de siete delitos relacinados con esos cargos se le impuso una multa y el arresto domiciliario en condiciones restrictivas.

No obstante, se encuentra desde el pasado 1 de julio en libertad condicional sin fianza después de que la Fiscalía de Manhattan diera a conocer que en su investigación había encontrado elementos que debilitaban lo dicho por la demandante.

Ese día el juez Obus determinó que se le levantara el arresto domiciliario y se le devolviera la fianza de un millón de dólares y el aval bancario por otros cinco que depositó unas semanas antes para salir de la cárcel neoyorquina de Rikers Island.