Saná. Militares y policías yemeníes se emplearon a fondo en las últimas horas para aplastar los conatos de rebelión en las ciudades de Zinyibar y Taiz, los nuevos focos de protestas a los que se enfrenta el régimen de Alí Abdalá Saleh. Mientras en Zinyibar, capital de la provincia de Abyan, Saleh pretende recuperar la ciudad, que está controlada por radicales islámicos supuestamente vinculados a Al Qaeda, en Taiz, principal centro industrial del país, se enfrenta a protestas políticas. El domingo, la represión causó al menos 14 víctimas.

Todo ello mientras en Saná continúan las manifestaciones políticas para exigir la renuncia de Saleh, quien cada día tiene que apagar más fuegos de rebelión. Fuentes militares dijeron que el Ejército y la aviación militar bombardearon ayer sectores de Zinyibar, en el sur y cerca del estratégico puerto de Adén, para forzar la salida de los militantes islámicos que ocuparon esa ciudad e sábado. La mayoría de la población de Zinyibar ha desalojado esa ciudad por los combates.