Berlín. Un brote de la mortífera bacteria escherichia coli (e.coli) se ha cobrado la vida en los últimos días de al menos dos personas en el norte de Alemania, donde también hay confirmados 140 casos y habría decenas más sospechosos, lo que ha hecho saltar todas las alarmas, ya que al parecer la variante sería resistente a los antibióticos.
Las autoridades alemanas han confirmado que una mujer de 83 años falleció el sábado en Diepholz, en Baja Sajonia, como consecuencia de la bacteria. La mujer había ingresado en el hospital el 15 de mayo debido a una diarrea sangrante.
A ella se suma una joven que falleció ayer por la madrugada en Bremen, tras ingresar con los síntomas típicos de un contagio por e.coli.
Las autoridades sanitarias tienen confirmados unos 140 casos de personas que habrían enfermado a consecuencia de la bacteria en las últimas semanas, entre ellos dos en Frankfurt que están conectados a máquinas de respiración asistida. En Hamburgo, segunda ciudad del país, hay unos 40 casos.
Unos 40 pacientes se encontraban en estado grave. La e.coli puede llevar a provocar fallos renales o anemia y sus síntomas incluyen retortijones y diarrea. Además, se están analizando a otras 160 personas.
Los medios apuntan a que el brote de la bacteria podría haberse propagado a través de verduras contaminadas y es inusual dado que está afectando predominantemente a adultos, mientras que normalmente la e.coli suele afectar a niños.
Sin embargo, desde el Instituto Robert Koch se subraya que por el momento no está clara que la causa del contagio sea por el consumo de verduras abonadas con estiércol.