Berlín. Las elecciones regionales del estado federado de Bremen (norte de Alemania) reforzaron ayer las posiciones de socialdemócratas y verdes, que previsiblemente renovarán su coalición en ese Land, y asestaron otro golpe a las filas de la canciller Angela Merkel, especialmente a sus socios, los liberales. El Partido Socialdemócrata (SPD), fuerza dominante en ese estado federado desde la fundación de la República Federal de Alemania (RFA), no solo defendió su posición de primera fuerza sino que además subió al 38 % -frente al 36,7 % de 2007-, según las proyecciones de la televisión pública ZDF al cierre de los locales.
Los Verdes se dispararon al 23% -frente al 16,5 % de las anteriores regionales- y arrebataron así el segundo puesto a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, que bajó al 21,5 % -frente al 25,6 % anterior-. El gran perdedor fue el Partido Liberal (FDP), que quedó degradado a fuerza extraparlamentaria al quedar en un 3% -la mitad que en 2007-, una semana después de renovar su cúpula federal en un intento por recuperar posiciones frente a la caída en picado que sufre desde que se convirtió en socio de Merkel. La Izquierda, en cambio, logró defender su posición de fuerza en la cámara, de acuerdo a estas proyecciones, al quedar en un 5,5%.
Las regionales de Bremen eran las primeras de la historia del país en que se convocó a los ciudadanos a partir de los 16 años y, según la ZDF, las preferencias de esa franja se fueron a Los Verdes, que de mantener la buena racha que lleva experimentando en los más recientes comicios, podría ser la mayor beneficiada en unas generales. Fuera de los supuestos efectos a medio o largo plazo, las elecciones de Bremen, el más pequeño de los 16 Länder, dieron un nuevo toque de advertencia a la coalición de Merkel en Berlín, que no logra remontar posiciones.
La imagen que se tiene en el exterior de la canciller como líder fuerte no se corresponde con su persistente fase de debilidad interna, reflejada en la serie de comicios regionales de este año y agravada por la dramática situación de sus socios liberales, en lucha por su supervivencia como fuerza parlamentaria. Las elecciones de Bremen eran las quintas del maratón electoral alemán de este 2011, a lo largo del cual se renovarán los Parlamentos de siete de los 16 estados federados. El mayor vapuleo se lo llevó la coalición de la canciller el pasado marzo, al perder el poder en Baden-Württemberg, el Land más próspero de Alemania, y tener que ver cómo el que fue su feudo se convirtió en el primer estado federado del país gobernado por un primer ministro verde, Winfried Kretschmann. Este fue con diferencia el más grave revés para sus filas del año electoral, que tuvo ya un mal arranque para la CDU al tener que ceder Hamburgo al SPD, que además ganó por mayoría absoluta. Más debilitados aún están los liberales del FDP, de cuya presidencia quedó destronado hace una semana el ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, al que se responsabiliza de la caída de la formación, elección tras elección. Los liberales quedaron ayer fuera de otra cámara regional, lo que no se puede atribuir al nuevo líder, el ministro de Economía Philipp Rösler, puesto que acaba de llegar al cargo. En los próximos meses deberá, sin embargo, ser capaz de rescatar a su formación, a la que hoy por hoy los sondeos ven convertida en extraparlamentaria en las siguientes generales, previstas para 2013.