Madrid. El personal que manejaba el tanque desde el que se disparó al cámara de televisión José Couso, matándolo el 8 de abril de 2003, "pudo apreciar con total claridad a los individuos que estaban en el Hotel Palestina y los objetos que portaban", según los peritos designados por el juez Santiago Pedraz.

Esta es la principal conclusión obtenida por un equipo de peritos tras analizar los datos obtenidos y la información aportada por el juez de la Audiencia Nacional, que el pasado enero viajó a Bagdad (Irak) para investigar in situ las circunstancias que rodearon la muerte de Couso.

Según el estudio, las imágenes obtenidas el pasado 28 de enero por la comisión que se desplazó a Irak "son bastante inferiores y con mucha diferencia a las obtenidas con los elementos de visión del carro de combate ABRAMS M1 A1", desde el que se efectuaron los disparos que mataron a Couso.

Los peritos creen que "la imagen vista por el personal que tripulaba el carro de combate" debía tener "entre 600 y 400 centímetros", lo que les lleva a concluir que eran capaces de distinguir "con total claridad" a las personas que se encontraban asomadas a las ventanas y balcones del Hotel Palestina.

Los disparos también mataron al reportero de Reuters Taras Protsyuk.

Pedraz asumió la investigación de la muerte de Couso en 2005 y desde entonces ha ordenado en tres ocasiones la búsqueda y captura de los tres militares estadounidenses -Philip de Camp, Philip Wolford y Thomas Gibson-, a los que imputa un delito contra la comunidad internacional en concurso con uno de homicidio. Los familiares de Couso lamentan que la Interpol todavía no haya hecho efectiva la orden.