La Haya. El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, pidió ayer el arresto del líder libio, Muamar al Gadafi, bajo acusaciones de crímenes de lesa humanidad.

Junto a Gadafi, Ocampo solicitó la detención de otras dos personas del entorno más cercano al líder libio: su segundo hijo, Saif el Islam, y su cuñado Abdulá el Senusi, jefe de la inteligencia militar libia. Los tres forman un triángulo fundamental del régimen, según Ocampo, con Gadafi como "autoridad absoluta", su hijo como "primer ministro de facto" y El Senusi como "mano derecha" y ejecutor de los crímenes, en alusión a los ataques contra la población civil.

"El objetivo de Gadafi era preservar su autoridad absoluta (...), la cual usó para cometer los crímenes", explicó el fiscal argentino, refiriéndose a los insurgentes árabes como una pieza clave en la "denuncia" de los presuntos delitos.

El fiscal aseguró que su oficina ha recogido "pruebas fuertes", incluidas órdenes directas de Gadafi para atacar a civiles.

Ocampo recordó que las fuerzas gadafistas "atacaron a gente en sus casas y las vías públicas, dispararon a manifestantes con fuego real, usaron armamento pesado contra participantes en funerales y situaron francotiradores para matar a los supervivientes".

Esos crímenes de lesa humanidad -explicó- se cometieron a partir del pasado 15 de febrero y todavía se siguen produciendo bajo el control "personal" del líder.

Tras el paso dado ayer por la Fiscalía, son los jueces los que tienen ahora la palabra, pudiendo decidir "en semanas o meses", según Ocampo, si aceptan la solicitud de arresto, la rechazan o piden información adicional antes de tomar una decisión.

El arresto, cuestión libia En el caso de que finalmente se emita la orden de arresto, Ocampo aclaró que ésta no irá dirigida a la comunidad internacional, sino "a las autoridades libias, que están obligadas a ejecutar" las órdenes de la Corte.

El fiscal reconoció que no existe ningún acuerdo con Libia que garantice la ejecución de la eventual orden de arresto contra los tres sospechosos, pero aclaró que cuenta con pruebas tan "fuertes" que su oficina está "casi lista para empezar un juicio" contra Gadafi y sus allegados.

Mientras los jueces deliberan sobre la orden de arresto de los hasta ahora identificados como "máximos responsables" -que no los únicos- de los crímenes en Libia, la Fiscalía continúa con sus investigaciones, extendiéndolas a presuntos crímenes de guerra que podrían incluir, entre otros, "violaciones" sexuales.La Fiscalía, en la que trabaja la española Dolores Delgado, ha presentado un documento de 74 páginas y 9 anexos a los jueces de la Cámara Preliminar que debe decidir sobre los posibles arrestos.

Ocampo consideró que la rapidez de la investigación tiene que ver con el "consenso" internacional para investigar los presuntos crímenes cometidos en Libia y la decisión unánime de remitirlos a la CPI.