TOKIO. Vecinos de pueblos de Iitate y Kawamata (provincia de Fukushima), a unos 40 kilómetros de la inestable central nuclear, comenzaron a abandonar en sus coches y cargados de pertenencias sus casas, tal y como pidió el Gobierno el pasado 11 de abril, al aumentar el área de riesgo más allá de los 30 kilómetros desde la planta.
Según informó la televisión pública NHK, de los 7.700 residentes que deben abandonar la zona antes de fin de mes, los primeros en partir fueron familias con hijos pequeños y mujeres embarazadas.
Según fuentes de los ayuntamientos de las dos localidades afectadas, casi todas estas personas tienen ya las llaves de nuevos hogares, aunque algunos confían regresar a sus casas cuando los niveles de radiación no sean peligrosos.
El Gobierno nipón amplió la zona de evacuación a estos dos municipios y a otros más cercanos a la maltrecha central de Fukushima Daiichi, ya que los niveles de radiación acumulada son de más de 20 milisievert por año.
Algunos vecinos aún no pueden mudarse por que tienen dificultades para encontrar una nueva casa o para trasladar el ganado a lugares seguros, mientras que otros que se marchaban transmitieron su pesar y rabia por tener que irse.
Además, hoy se conoció una nueva encuesta de la agencia local Kyodo sobre el apoyo de le opinión pública al primer ministro, Naoto Kan, por su gestión tras el terremoto del 11 de marzo y en la crisis nuclear de Fukushima.
El sondeo muestra que solo el 17,5 por ciento de los japoneses desea que Kan dimita inmediatamente, 6,1 puntos por debajo de los resultados de la encuesta realizada por la agencia en abril.
Además, el 66 por ciento dijo que apoya la decisión del primer ministro de parar las operaciones de la central nuclear de Hamaoka, a 200 kilómetros al sur de Tokio, como medida preventiva por el alto riesgo sísmico de la zona en la que se ubica.
Ayer, los operarios de Chubu Electric, propietaria de la central, detuvieron el último de los reactores que seguía operativo en Hamaoka, el cual entró hoy en "parada fría", por lo que está ya estabilizado a baja temperatura.
La encuesta también muestra que el 47 por ciento de los japoneses apoyarían una reducción de la dependencia del país de la energía nuclear, una fuente de la que se obtiene un tercio de la electricidad consumida en Japón.