Tokio. El primer ministro nipón, Naoto Kan, anunció ayer que renuncia a su salario hasta que se controle la crisis en la planta nuclear de Fukushima, no antes de fin de año, y consideró necesario revisar la política energética del país.

Kan, planteó la necesidad, tras el terremoto y tsunami del 11 de marzo, de revisar la política energética de Japón, un país que hace escaso uso de energías renovables y depende mucho de la energía nuclear. Además, habló de potenciar un sistema que favorezca el ahorro energético.

El lunes la eléctrica Chubu Electric aceptó paralizar la planta nuclear de Hamaoka por seguridad, lo que puede complicar el suministro eléctrico en todo Japón. Kan reiteró que la responsabilidad del accidente recae sobre la operadora de la planta de Fukushima, TEPCO, y dijo que se creará una comisión independiente para analizar las causas del accidente.