islamabad. Muerto Osama Bin Laden, las autoridades de Pakistán, que están en el centro de todas las críticas, estudian ahora qué hacer con los familiares del líder de Al Qaeda que se refugiaban con él en la ciudad paquistaní de Abbottabad.

Tras su fracaso para dar con el paradero del terrorista más buscado del mundo, las autoridades de Pakistán se enfrentan ahora al nada grato papel de reubicar o acoger a su familia, una decisión que podría herir sensibilidades en las órbitas más islamistas.

Según varios medios locales, el ministro paquistaní del Interior, Rehman Malik, se desplazó el sábado a Arabia Saudí para abordar con la cúpula saudí una posible extradición de familiares de Bin Laden a ese país, aunque fuentes oficiales desmintieron esta versión.

El país árabe, no obstante, ya había retirado a Bin Laden la nacionalidad hace más de una década pese a que en su territorio residan aún familiares del líder terrorista.

En un análisis preliminar de la situación, el abogado paquistaní Qasim Wadud argumentó que todo dependerá de la nacionalidad de los familiares del fallecido líder de Al Qaeda, algo sobre lo que hay poco en claro. Otra posibilidad, según el abogado Wadud, sería que Pakistán concediese a los familiares del líder de Al Qaeda un estatus de refugiados u optase por nacionalizarlos.

Entretanto, el complejo residencial de Abbottabad donde se refugió Bin Laden en los últimos años sigue cerrado a cal y canto y custodiado por las fuerzas de seguridad paquistaníes, informó una fuente policial.

Según medios paquistaníes, la Autoridad Reguladora de Comunicaciones prohibe a los medios hacer directos para televisión desde las inmediaciones de la casa.