dublín. El primer ministro tunecino, Beji Caid Sebsi, jugó ayer domingo con la idea de que las elecciones para una asamblea constituyente previstas para julio podrían posponerse si se diera el caso de problemas técnicos, pero se comprometió a mantener el calendario establecido dentro del programa de reformas, según declaró en la entrevista divulgada ayer en la televisión estatal.

Estas elecciones tienen previsto celebrarse el próximo 24 de julio con el objetivo de designar a los miembros de la futura asamblea que redactará la nueva Constitución del país tras el derrocamiento del presidente Zine al Abidine Ben Ali.

El primer ministro realizó estas declaraciones en un momento en el que la Policía volvió ayer a dispersar, por cuarto día consecutivo, a la población tunecina que se encontraba en el centro de la capital para la salida de Sebsi. Los manifestantes, que aprovecharon para silbar a los agentes de policía (ataviados completamente de negro) que vigilaban la protesta, clamaban para pedir el final del actual Gobierno en funciones, y en particular el cese del primer ministro de Túnez.

Finalmente, la Policía comenzó a dispersar la concentración con el uso de gases lacrimógenos, a la altura de la avenida Burguiba. "La reacción de la Policía es demasiado extrema contra la población. Es verdad que hay criminales entre los manifestantes, pero la reacción es demasiado cruel. Es la vuelta a los días de Ben Ali. Las cosas tienen que cambiar para que el país avance en la direción correcta", indicó un manifestante que protestó contra el Gobierno tunecino.