Pamplona. El periodista y responsable del área internacional de IPES (Instituto de Promoción de Estudios Sociales) analizó la operación desarrollada por Estados Unidos, cuya legalidad desde el punto de vista del derecho internacional cuestiona ya que, según apuntó, se puede llegar a plantear "si cualquier potencia o estado puede llevar a cabo asesinatos selectivos sin juicio previo".
Más allá de lo que a cada uno le parezca Bin Laden, en su caso "un enemigo de los países occidentales y de los propios musulmanes", "no es certero, ni adecuado ejecutar a ningún enemigo". Con actuaciones de ese tipo "se acaban creando mártires que pueden ser más peligrosos incluso", aseveró.
Tras precisar que en este caso en concreto se desconocen las circunstacias exactas de la muerte y si pudo haber algún tiroteo previo, subrayó que "hubiera sido interesante que pudiera haber habido un juicio".
Al mismo tiempo Aisa mostró su preocupación por la acogida de la noticia en EEUU, algo que considera que "puede ser entendible, pero que recuerda cuando no pocos árabes salieron a la calle a celebrar los atentados contra las Torres Gemelas y esas emociones son peligrosas, tanto en un lado como en otro".
Ante las especulaciones y dudas existentes por parte de algunos sectores en torno a la muerte del líder de Al Qaeda, Aisa aseguró que él sí cree que Bin Laden está muerto.
Y es que, en su opinión, "ningún presidente de EEUU, y menos Obama en un momento de descenso de popularidad, va a poner en marcha un montaje que podría ser perjudicial para él, porque tarde o temprano las cosas se conocen".
Además, "desde hace tiempo era un objetivo perfectamente marcado por los servicios de inteligencia y al final la operación se ha puesto en marcha cuando más convenía, sobre todo en función de los compromisos que Estados Unidos tiene con Pakistán".
A su juicio, "lo más llamativo es la ubicación de Bin Laden en un barrio residencial cercano a la capital, donde viven militares que pertenecieron en su día a los servicios de inteligencia".
Sin quitar relevancia e importancia al hecho de que se haya "descabezado al símbolo fundamental de Al Qaeda", puntualizó que "Bin Laden era más un símbolo que un jefe operativo, lo que significa que más allá de ser un emblema estaba bastante marginado en la operatividad sobre el terreno".
Respecto a Al Qaeda ha comentado que "es una red, un tejido perfectamente enlazado, que no cuenta con una base social y que estaba en franca retirada, lo que no significa que no tenga capacidad operativa".
Según este experto, Al Qaeda y grupos afines "en el momento en el que son marginados o suficientemente contenidos desaparecen, se funden con el paisaje y esperan a momentos más oportunos".
Esto, precisó, "no quiere decir que pueda haber una reacción inmediata de algunos grupos aquí o allá, pero no porque haya una orden explícita para atacar, sino por la búsqueda de una respuesta que demuestre que siguen actuando". Existe la posibilidad de que "más adelante se reorganicen y actúen en función de los problemas del mundo árabe y musulmán que consideran que justifican su acción".
Al respecto Aisa señaló que "las mayores actuaciones de estos grupos han sido en el mundo musulmán y contra personas musulmanes. Su campaña de búsqueda del poder en el mundo musulmán continúa pero disminuida por la emergencia de otro tipo de grupos que favorecen estados de derecho".
Sobre el hecho de que el cuerpo de Bin Laden haya sido lanzado al mar comentó que más que a la tradición puede responder a un intento de evitar que haya un lugar exacto al que acudir a venerarle, aunque la tendencia ultraconservadora del Islam a la que pertenecía no apoya las peregrinaciones de culto, precisó.