Toronto. Los líderes de los principales partidos políticos canadienses cierraron ayer la campaña electoral más disputada de los últimos años con una maratón de mítines en todo el país para intentar ganar el máximo apoyo con vistas a los comicios de hoy.
Harper inició la mañana con un mitin en la provincia de la Isla del Príncipe Eduardo, en la costa del Atlántico del país, y tenía previsto aprovechar al máximo para cerrar el domingo a más de 5.600 kilómetros al oeste, en la provincia de Columbia Británica. Según la última encuesta dada a conocer ayer, el PC de Harper ganará las elecciones de hoy con un 37% de los votos pero no obtendrá la mayoría absoluta que pidió al electorado desde el primer día de la campaña.
Por detrás de los conservadores se sitúa de forma inesperada el socialemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD), de Jack Layton, con el 30,6% de apoyo popular, y en tercer lugar el Partido Liberal (PL) de Michael Ignatieff, con el 22,7%.
El ascenso de los socialdemócratas, hasta la disolución del Parlamento el 25 de marzo la cuarta fuerza política en número de escaños y que en 2008 consiguió el 18,1% del voto, se convirtió en la mayor sorpresa de un campaña que los analistas preveían de nuevo que sería una lucha entre conservadores y liberales.
Ayer, en la Isla del Príncipe Eduardo, Harper siguió con la estrategia de los últimos días de limitar el daño y renovó sus ataques contra el NPD. Según Harper, Canadá "se encuentra al borde del precipicio" porque una posible victoria de los socialdemócratas, o un Gobierno de coalición entre el NPD y el PL, supondrá "más impuestos, la desaparición de puestos de trabajo, un atolladero constitucional y, en poco tiempo, nuevas elecciones".
Harper también hizo un llamamiento al voto estratégico al solicitar, por segundo día consecutivo, que los liberales más conservadores voten al PC para evitar la victoria socialdemócrata.
El problema para Harper es que las encuestas señalaron que para la mayoría de votantes liberales la segunda opción es el NPD.
Por su parte, el líder socialdemócrata, Jack Layton, inició el día en la provincia de Québec, donde arrancó su meteórico ascenso y donde según la encuestas el NPD desplazará al independentista Bloque Quebequés como el partido más votado. En la provincia francófona, el NPD cuenta con el apoyo del 37,4% según la encuesta de Nanos Research, lo que le podría asegurar más de 40 de los 75 diputados que allí se eligen.
"Si vamos a conseguir que este viento de cambio se haga una realidad, tenemos mucho que hacer. Tenemos una oportunidad histórica, que empezó aquí en Québec", afirmó ayer Layton en Montreal.
Los conservadores basaron su campaña en la economía y la necesidad de que los canadienses concedan al PC una amplia mayoría que dé estabilidad al país en un momento de incertidumbre mundial.
Canadá ha sido el país del G7 que mejor capeó la recesión económica hasta el punto de que ya ha recuperado todos los puestos de trabajo perdidos durante la crisis, un logro que Harper ha repetido puede diluirse si los conservadores no consiguen la mayoría absoluta.