Madrid. Estados Unidos utilizó de forma ilegal la prisión de Guantánamo, situada en la isla de Cuba, para obtener información de sus reclusos, de los cuales 160 eran inocentes, según reveló Wikileaks a varios periódicos internacionales.
De acuerdo a los documentos oficiales filtrados, en la prisión de Guatánamo, Estados Unidos "creó un sistema policial y penal sin garantías en el que solo importaban dos cuestiones: cuánta información se obtendría de los presos, aunque fueran inocentes, y si podían ser peligrosos en el futuro", publicó ayer el diario El País, quien señaló que tuvo acceso a través de Wikileaks, "a las fichas militares secretas de 759 de los 779 presos que han pasado por la prisión, de los cuales unos 170 siguen recluidos". En las mismas fichas el diario pudó comprobar cómo sólo el 22% de los presos aportaron información para los servicios de inteligencia.
Uno de estos 759 informes es el de Bajtiar Bamari, un iraní que no tenía cercanía ni a Al Qaeda, ni a los talibanes, pero que en mayo de 2002 fue detenido y conducido a Guantánamo. En pleno enfrentamiento entre los EEUU y los talibanes Bamari quisó prestar sus servicios como traductor a las tropas americanas, pero se equivocó, permaneció dos años en prisión.
Como este iraní, uno de cada cinco presos que entraban en Guantánamo eran conducidos de forma arbitrária. Los militares de la misma prisión llegaron a reconocer en las propias fichas la inocencia de algunos de los presos y la baja peligrosidad de otros. El País señaló en su edición digital cómo el 60% fue conducido a la base militar sin ser una amenaza "probable". Los informes están fechados entre 2002 y 2009 y en ellos se revela el sistema que seguía EEUU para valorar a los presos, de tal manera que determinase si el recluso debía quedar libre, ser trasladado a otro país o continuar en la cárcel creada por el expresidente George W. Bush en 2002 en la isla de Cuba.
Ese sistema establece tres niveles de riesgo: el más alto, cuando la persona "probablemente" supone "una amenaza para EEUU, sus intereses y aliados"; el medio, relativo a que "quizá" lo suponga; y el más bajo, aquel en el que aparecen los presos que han estado ocho o nueve años en Guantánamo y cuyo riesgo es "improbable" para la seguridad del país.
No tardó en llegar la respuesta desde Estados Unidos, el Departamento de Estado y el Pentágono denunciaron categóricamente en un comunicado la filtración de documentos secretos sobre la prisión militar de Cuba. "Es desafortunado que varias organizaciones mediáticas hayan tomado la decisión de publicar numerosos documentos obtenidos de forma ilegal por WikiLeaks relacionados con el centro de detención de Guantánamo", señaló el comunicado.