TOKIO. "Durante los tres primeros años se realizarán labores como reconstruir carreteras y levantar viviendas temporales", ha indicado Jun Iio, un responsable del Consejo, que se formó después del desastre. Según este organismo, se podría tardar otros cuatro años en reconstruir las localidades destruidas, y aún más en lograr una recuperación plena.

"Debemos tener en cuenta que el área afectada por el desastre es mucho mayor que Kobe", ha señalado en referencia a la ciudad japonesa que fue arrasada por un fuerte terremoto en 1995.

El seísmo y el tsunami de marzo redujeron a ruinas una gran extensión del noreste del país, causaron la muerte de al menos 13.000 personas, obligaron a otras 130.000 a dejar sus casas y alojarse en refugios y causaron unos daños valorados en 300.000 millones de dólares, aproximadamete.

El Consejo ha afirmado que esta catástrofe ha puesto de manifiesto las deficiencias de una forma de gobierno centralizada y ha abogado por una mayor autonomía de las regiones.

Asimismo, ha destacado la importancia de que las labores de reconstrucción trasciendan las divisiones políticas en un país donde la frágil tregua política motivada por el desastre no ha durado mucho tiempo.

El presidente del Consejo y de la Academia Nacional de Defensa, Makoto Iokibe, ha subrayado que "las tareas de reconstrucción están por encima de las cuestiones políticas". "Podemos pedir la opinión de los partidos de la oposición y del partido gobernante", ha sugerido.

El Gobierno japonés aprobó el viernes pasado destinar 50.000 millones de dólares a las labores de reconstrucción.